Después de la que la WTA decidió retirarse de China por sus constantes dudas sobre el paradero y la salud de la ex campeona Peng Shuai, quien acusó al ex viceprimer ministro Zhang Gaoli de abuso sexual, desde Beijing han declarado este jueves su rechazo a la “politización del deporte” por parte del organismo que regula el tenis femenino, que lucha por llegar al fondo de este caso.
“Ya hemos expresado nuestra opinión. Siempre hemos estado en contra de los comportamientos que politizan los deportes“, comentó Wang Wenbin, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, al ser consultado en una sesión informativa habitual por la postura de la WTA.
La WTA, que no está convencida de las apariciones públicas de Peng desde que estalló el escándalo hace un mes, dijo que quiere garantías de su bienestar y ha pedido que se investiguen las acusaciones realizadas por la ex número uno del mundo en dobles contra de este ex alto funcionario.