La Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronunció de manera firme contra el tratamiento con plasma de personas convalecientes para tratar casos de COVID-19, sean estos moderados, severos o graves, ya que las investigaciones realizadas muestran que no aumenta la probabilidad de sobrevivir ni reduce la necesidad de utilizar respiradores.
El plasma de convalecientes es un tratamiento experimental que consiste en la transfusión de plasma sanguíneo de una persona que se ha recuperado de COVID-19 a pacientes que están batallando contra ella.
La recomendación ha sido formulada por un grupo internacional de expertos de la OMS que evaluó la evidencia científica que resultó de 16 estudios en los que participaron 16.236 pacientes con COVID-19, que presentaban cuadros leves, graves y críticos.
La conclusión fue que el plasma de convalecientes no sólo no aumenta la probabilidad de recuperación ni evita que se requiera de ventilación mecánica, sino que además es un tratamiento muy costoso y difícil de administrar.