El príncipe Harry ha tomado acciones legales contra la decisión del Gobierno británico de retirarle la protección policial cuando está en el Reino Unido y de no permitirle pagar personalmente por ella.
Según un representante legal de Harry, citado por el diario Daily Telegraph, el duque de Sussex -nieto de la reina Isabel II- no se siente seguro en el Reino Unido y por tanto “no puede volver a su hogar” con su mujer Meghan y sus hijos Archie y Lilibet.
En verano del año pasado, el coche en que viajaba el príncipe fue perseguido por fotógrafos cuando salía de un evento de una ONG.
A los duques de Sussex se les retiró la escolta policial de la que gozaban en el país durante las 24 horas del día hace dos años, cuando renunciaron a sus obligaciones reales y a la financiación pública.
Por ello, Harry propuso al Gobierno británico costear él mismo de su bolsillo esa protección por la policía, algo a lo que el Ministerio del Interior se ha negado.
En su acción judicial, el duque de Sussex arguye que su equipo de protección privada en Estados Unidos carece de “jurisdicción” en el extranjero ni tampoco puede acceder a la información de inteligencia necesaria para ello.
“El Reino Unido siempre será el hogar del príncipe Harry y un país en el que quiere que su mujer y sus hijos se sientan seguros. Con la falta de protección policial, existe un riesgo demasiado grande”, explicó su representante legal. A juicio de su abogado, el equipo de seguridad de los duques de Sussex en EE.UU. “no puede reproducir la necesaria protección policial que se necesita mientras están en el Reino Unido. En ausencia de tal protección, el príncipe Harry y su familia no pueden regresar a su hogar”.
Según la información publicada por el diario británico The Mail on Sunday, si el caso continúa, conducirá a una batalla en el Tribunal Superior entre los ministros del gobierno de la reina y el príncipe. Si esto se lleva a cabo sería la primera ocasión en la cual un miembro de la Familia Real presenta un caso contra el Gobierno de Su Majestad.