La decisión de los árbitros asistentes de utilizar palos con chalecos refractarios en reemplazo de banderines en el partido entre Chile y Argentina por las Eliminatorias Sudamericanas trajo serias consecuencias para las autoridades del encuentro. Este viernes, la Conmebol dio a conocer la dura sanción que recibieron los jueces de línea por no haber llevado los materiales necesarios para dirigir el partido.
Fabricio Vilarinho y Rodrigo Correa, los dos árbitros brasileños que se desempeñaron como asistentes del juez principal, Anderson Daronco, fueron suspendidos por cuatro meses. En ese lapso, no podrán actuar en ningún tipo de competición que sea organizada por Conmebol, según estipuló la Comisión de Árbitros.
Los argumentos fueron claros. Desde el ente que rige el fútbol sudamericano se recalcó que Vilarinho y Correa “han incumplido en las funciones otorgadas no llevando los implementos básicos para realizar sus labores (banderines) poniendo en riesgo el normal desarrollo del partido”.