Tres días detenido tenía Luis Javier Alvarado Briceño, de 55 años de edad, cuando murió de un infarto. Era un preso que estaba en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de la subdelegación San Juan, ubicada en Barquisimeto, estado Lara.
El cadáver del preso fue ingresado a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda a las 7: 30 de la noche del domingo 6 de marzo, según conoció el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
En el momento las causas de su muerte eran desconocidas, pero se le apreciaban en todo el cuerpo múltiples hematomas, en especial en el área del tórax y hacia las piernas.
El lunes 7 de marzo funcionarios del Eje de Homicidios del CICPC Lara y de la subdelegación San Juan se encontraban en la morgue para presenciar la autopsia que estaría a cargo del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), además de Alfonso de La Torres, Fiscal 21 de Lara, con competencia en Derechos Fundamentales y la Unidad Criminalística del Ministerio Público.
Trascendió que para el estudio del cadáver no permitieron estar presentes a los efectivos del CICPC y el mismo duró más de tres horas. El cuerpo fue revisado de forma minuciosa y fueron fijados fotográficamente cada uno de los hematomas que presentaba.
Una fuente ligada a la investigación informó al OVP que tras un exhaustivo estudio se determinó que Luis Javier sufrió un infarto pulmonar múltiple, tromboembolismo pulmonar, ambos a consecuencias de lesiones contusas múltiples. El Ministerio Público solicitó al Senamecf un informe detallado de lo que fue la autopsia.
Hasta la tarde del martes 8 de marzo, el cadáver permanecía en la morgue del Hospital Central, pues ningún familiar había llegado para reclamarlo.
Sobre Luis Javier se conoció que fue detenido el 3 de marzo junto a su sobrino por participar en el femicidio de Wilmary Carolina Escobar Peña, de 28 años de edad, quien era custodia penitenciaria de la Comunidad Penitenciaria David Viloria, conocida como cárcel de Uribana.
OVP conoció que Luis Javier y su sobrino, pareja de la víctima, fueron sometidos a múltiples interrogatorios por parte de funcionarios del cuerpo detectivesco para que confesaran donde se encontraba Wilmary Carolina, quien estaba desaparecida desde el 24 de febrero. Tras 7 días desaparecida, fue localizada bajo tierra, una vez que los presuntos involucrados en el femicidio confesaran.
Hasta ahora el Fiscal asignado al caso no se ha pronunciado al respecto, así como tampoco ha acudido hasta la sede del CICPC subdelegación San Juan para indagar sobre los hechos con el resto de los reclusos o solicitar las entrevistas a los funcionarios que realizaron el procedimiento donde la víctima fue detenido.
La tuberculosis sigue matando
A la misma morgue de Barquisimeto fue ingresado en horas de la tarde del lunes 7 de marzo el cadáver de Isidro Antonio Gil Azuaje, de 47 años de edad.
El preso era oriundo del estado Portuguesa, tenía sentencia firme y estaba privado de libertad en la Comunidad Penitenciaria Fénix Lara desde el 24 de marzo del 2016.
Según le relató a OVP una fuente del penal, este hombre había padecido de tuberculosis, se recuperó de dicha enfermedad pero tuvo una recaída con un derrame pleural que lo llevó a ser trasladado al área de enfermería de Fénix, en donde falleció.
La misma fuente indicó que este preso estaba muy desnutrido porque solo consumía los alimentos que dan en el penal que no tienen las suficientes cargas calóricas. Su familia no lo había visitado más, por lo que no recibía paquetería por parte de algún ser querido.
De la misma forma comentaron a OVP que este preso debía estar libre, pues ya le tocaba salir, pero el juez de ejecución no lo había atendido para revisar sus cómputos y redenciones. Desde los tribunales le habían ofrecido una revisión a su expediente para el 8 de marzo, pero el preso murió esperando una libertad que nunca se hizo efectiva.