En la Met Gala de 2022, cientos de celebridades llegaron con looks deslumbrantes y exagerados. Desde el conjunto de pantalón y body de látex, corsé y un teatral abrigo acolchado de Gigi Hadid hasta el espectacular vestido reversible de Atelier Versace de Blake Lively. Pero el atuendo de Kim Kardashian, tomado de la inigualable Marilyn Monroe, fue difícil de superar.
Exactamente 60 años después de que Marilyn usara por primera vez el famoso vestido de Jean Louis adornado con cristales para cantar el feliz cumpleaños a JFK en 1962, Kim lo llevó al Met, convirtiéndose en la única otra persona en usarlo. Cubierto con más de 6.000 cristales cosidos a mano, actualmente está valorado en más de USD 10 millones, informó el New York Post.
“La idea realmente me vino después de la gala en septiembre del año pasado. Me dije a mí misma, ¿qué hubiera hecho yo por el tema americano si no hubiera sido el look de Balenciaga? ¿Qué es lo más americano que se te ocurre? Y esa es Marilyn Monroe”, dijo Kim a Vogue.
Pero el atuendo requirió una dedicación seria y poco saludable para lograrlo. “Siempre pensé que Marilyn Monroe tenía muchas curvas”, agregó Kim. “Me imaginé que podría ser más pequeña en algunos lugares donde ella era más grande y más grande en lugares donde ella era más pequeña. Entonces, cuando no me quedó bien, quise llorar porque no se puede modificar en absoluto”.
En lugar de eso, Kim decidió comenzar una nueva dieta y un plan de ejercicios que la ayudaría a perder suficientes kilogramos para meterse en el vestido sin alterarlo. “Usaba un traje de sauna dos veces al día, corría en la caminadora, corté por completo todo el azúcar y todos los carbohidratos, y solo comí las verduras y proteínas más limpias. No me morí de hambre, pero fui muy estricta”, aseguró la celebridad.
Después de perder siete kilos en tres semanas, la Kardashian de 1.57 metros de altura pudo ponerse el vestido de Marilyn para el evento más esperado del mundo de la moda. Si bien Kim se elogió a sí misma por estar a la altura del “desafío”, el mensaje preocupó tanto a los expertos como a los fanáticos, quienes temen que la empresaria esté promoviendo una cultura de dieta peligrosa de la que nuestra sociedad ha tratado de alejarse en los últimos años.
Con información de INFOBAE