El dirigente de Primero Justicia, Julio Borges, se refirió este domingo en su artículo en el medio Infobae a la gira de Nicolás Maduro y su conexión con el escándalo del avión venezolano-iraní detenido en Argentina.
Borges aseveró que la gira de Maduro fue antioccidental y que el dictador permite que potencias antidemocráticas utilicen a Venezuela como su patio trasero.
“Maduro, frente al cerco internacional de Occidente, ha buscado refugio en otras latitudes, aliándose con países antidemocráticos y antioccidentales. Hace una semana encabezó una gira internacional por Turquía, Argelia, Irán, Kuwait, Qatar, Azerbaiyán. Todos destinos que comparten un horizonte en común: el desprecio por la democracia”, sostuvo.
Aseguró que no se conoce absolutamente nada de los acuerdos que Maduro firmó en esta gira. “Se anunció la firma de un acuerdo para la construcción de una central tecnológica con Irán, sin especificar detalles sobre los recursos que se invertirán, los aportes de cada nación, los fines del proyecto y las instituciones involucradas. Fue una información escueta que al final profundiza las dudas razonables sobre estos acuerdos, más cuando detrás están países como Irán”.
Asimismo, destacó que Irán está ejerciendo una influencia en la Fuerza Armada venezolana y detalló que el escándalo del avión venezolano-iraní explotó justo cuando Maduro estaba en Teherán. “Justo cuando Maduro estaba en Teherán, detuvieron en el Aeropuerto de Ezeiza una aeronave venezolana que contaba con una tripulación conformada por catorce venezolanos y cinco iraníes, al menos uno de los iraníes estaría estrechamente vinculado con grupos que patrocinan el terrorismo. La justicia argentina ha levantado pruebas fehacientes que no descartan la posibilidad de que este avión haya llegado a Argentina con insumos para la planificación de un atentado terrorista”, sentenció.
Criticó el papel del gobierno de Alberto Fernández, quien ha su juicio ha normalizado un hecho muy grave que pone en peligro la seguridad de los argentinos. Finalizó diciendo que “Maduro permite que estos países antioccidentales utilicen a Venezuela como su patio trasero para el cumplimiento de sus agendas geopolíticas”.