La Junta Directiva de la Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV) y su Tribunal Disciplinario (TD) advirtió que los profesionales de la salud mental que aboguen por «terapias de conversión o reparativas» están incurriendo en «una falta ética grave», por ser estigmatizante y una discriminación contra las personas por su identidad sexual, orientación sexual y expresión de género.
«En el caso de la sexualidad, los estudios científicos dan cuenta que la diversidad en la orientación sexual, identidad sexual y expresión de género no son condiciones psicopatológicas. Son expresiones naturales de la diversidad sexual humana que han de ser respetadas en cada persona», recordó la FPV en un comunicado.
La FPV destacó que desde 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, y que en 1988 se excluyó la categoría de homosexualidad egodistónica del Manual Diagnóstico de Enfermedades Mentales (DSM por sus siglas en inglés), y en 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) removió la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
«Dado que no son trastornos mentales, no existen tratamientos psicológicos, psicoterapéuticos ni psiquiátricos dirigidos a ‘curar’ la diversidad sexual», sentenció la Federación.
La organización gremial explicó que «las llamadas terapias de conversión o reparativas que se proponen ‘curar’ la homosexualidad, transexualidad y cualquier otra expresión de la sexo-diversidad, están prohibidas a nivel mundial pues vulneran la libertad de los consultantes a la autodeterminación».
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y las Naciones Unidas (ONU) prohíben estas intervenciones y exponen que son consideradas una violación a los Derechos Humanos, incluso una forma de tortura.
«Los estudios dan cuenta de los efectos nocivos en la salud física y mental de las personas que son sometidas a estas supuestas terapias, entre los que destacan el aumento de trastornos depresivos, de ansiedad y suicidio, por lo que cualquier psicoterapia deberá estar orientada a la auto-aceptación y al manejo de les estresores psicosociales producto de la estigma y la discriminación», advirtió la agrupación de psicólogos venezolanos.
Por ello, la Federación expresó que «rechazamos categóricamente cualquier acto discriminatorio frente a cualquier persona y condenamos la oferta y prácticas de las mal llamadas terapias de conversión. Estos son procedimientos violatorios de los Derechos Humanos y en consecuencia implican una falta ética gravísima de parte de profesionales de la salud mental que las empleen».
Además, exhortaron a los medios de comunicación y ciudadanos en general «a rechazar este fraude que solo trae más sufrimiento físico y emocional a las personas».
Contra la discriminación
La organización gremial destacó que tanto la Constitución de la República como el Código de Ética de los psicólogos venezolanos prohíben la discriminación.
Además, la Asociación Americana de Psicología (APA) establece entre uno de los cinco principios éticos de referencia a nivel mundial para el ejercicio de la psicología el «respeto por los derechos y la dignidad de las personas”, según el cual los psicólogos deben respetar la dignidad y el valor de todas las personas y los derechos de estas a la privacidad, la confidencialidad y la autodeterminación, respetando las diferencias culturales, individuales y de roles, incluidas las basadas en la edad, el género, la identidad de género, la raza, la etnia, la cultura, el origen nacional, la religión, la orientación sexual, la discapacidad, el idioma y el nivel socioeconómico, y tenerlas en cuenta al trabajar con miembros de dichos grupos.
«La discriminación de cualquier persona por su raza, credo, sexualidad o cualquier otro aspecto, afecta directamente en el deterioro de la salud mental de las personas y de su núcleo social», sostuvo la Federación.