Nicolás Maduro aseguró este martes estar «muy receptivo» ante el pedido del presidente de Colombia, Gustavo Petro, para volver al Sistema Interamericano de derechos humanos.
Maduro y Petro realizaron una declaración en conjunto en el Palacio de Miraflores sobre los diversos tópicos que conversaron en la primera visita del mandatario neogranadino al país. Entre ellos: la reapertura total de la frontera y la seguridad de las mismas; el reingreso de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones (CAN); la Amazonía y el reingreso al Sistema Interamericano de DDHH.
El presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela dijo ha sido «muy receptivo» a la solicitud de Petro de volver al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y que «en las próximas semanas» brindará mayores al respecto.
Por su parte, Petro, consideró que este sistema de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la «práctica es la democracia liberal».
El régimen chavista denunció el 10 de septiembre de 2012 la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH), que da base jurídica a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), mecanismos a los que el entonces presidente, Hugo Chávez (1999-2013), acusó de estar manipulados por Estados Unidos.
La salida del Sistema Interamericano de Derechos Humanos se hizo efectiva en septiembre de 2013, seis meses después de la muerte de Chávez, que fue sucedido por Maduro, quien señaló entonces que la Corte IDH y la CIDH «degeneraron y se creen un poder supranacional» por investigar las denuncias de violaciones a los derechos humanos en ese país.
Trabajo conjunto en la frontera
Por otra parte, Petro afirmó que trabajarán en reconstruir las relaciones de inteligencia entre Venezuela y Colombia para «poder golpear» a los dueños del capital del narcotráfico.
«La frontera esta en mano de las mafias, quedó en mano de las mafias. Las organizaciones multi crimen, organizaciones cuya cabeza, cuya jefatura ya es multinacional, que es la expresión de un fracaso en algo que se llama la guerra contra las drogas que comenzó hace 50 años y lo que nos ha dejado hoy es desestabilización democrática, un millón de muertos en América Latina y territorios que se han perdido, tanto para las sociedades como para los estados. Hundiendo incluso a países enteros en crisis, a lo largo y ancho de esas rutas de tráfico,» dijo.