La Corte Suprema de Justicia de Brasil dio por hecho este martes que, al ordenar la transición con el equipo del presidente electo Luiz Inacio Lula da Silva, el actual mandatario, Jair Bolsonaro, aceptó la derrota en la segunda vuelta electoral.
El líder ultraderechista rompió su silencio de casi dos días con un breve discurso en el que agradeció los votos que recibió del electorado, desautorizó a los camioneros que bloquean las carreteras del país y señaló que seguirá «siendo fiel a la Constitución», aunque sin reconocer su derrota, ni la victoria de Lula.
Tras la declaración de Bolsonaro, el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, responsable por el proceso de transición, confirmó que este se llevará a cabo, lo que fue entendido como un reconocimiento del resultado final de los comicios y que el Supremo confirmó minutos después en un comunicado.
«El Supremo Tribunal Federal destaca la importancia del pronunciamiento del Presidente de la República para garantizar el derecho de ir y venir frente a los bloqueos y, al determinar el inicio de la transición, reconoce el resultado final de las elecciones», señala la Corte.
El líder de la ultraderecha perdió los comicios por una estrecha diferencia de 1,8 puntos frente a Lula, y no había sido visto en público desde la mañana del domingo, cuando votó en Río de Janeiro, ni tuvo actividad alguna en sus redes sociales, de las que es un asiduo participante.
El triunfo de Lula ha sido reconocido por todas las instituciones del país, por todos los partidos, entidades empresariales y por más de un centenar de gobernantes extranjeros, que han felicitado al líder progresista o hasta ya han conversado con él por teléfono. EFE