Laura Sarabia, quien fue la jefa de gabinete y mano derecha del presidente colombiano, Gustavo Petro, fue citada por la Fiscalía colombiana para un interrogatorio dentro del proceso en el que está involucrada por un supuesto uso del polígrafo sin una orden judicial, diligencia que se realizará el próximo miércoles 23 de agosto.
«Fiscales a cargo de la investigación han dispuesto citar a interrogatorio de indiciado a Laura Camila Sarabia Torres. La diligencia se realizará el próximo miércoles 23 de agosto en las instalaciones de la Fiscalía General de la Nación», dijo la Fiscalía en un comunicado.
El organismo investigador detalló que el llamado a interrogatorio a Sarabia se da dentro de las averiguaciones por «presunto uso ilegal del polígrafo con la señora Marelbys Meza, quien ejerció funciones de niñera» en la vivienda de la exfuncionaria de la Presidencia de la República, quien llegó a ser la mujer más importante del país por su cercanía con Petro.
En las investigaciones realizadas por la Fiscalía se ha recolectado evidencia física, material probatorio, realizado otros interrogatorios y también se han recibido testimonios de personas vinculadas con este caso.
Sarabia debe presentarse, según la Fiscalía, en compañía de su abogado defensor, en tanto que el organismo acusador le reiteró que es garante de los derechos de todos los colombianos y sus actuaciones siempre están sujetas a las normas legales vigentes.
Por su lado, la exfuncionaria dijo este viernes en la red social «X» (antes Twitter) que la determinación de la Fiscalía de llamarla a interrogatorio se da tres meses después de haberlo solicitado.
«En respuesta a una petición que hice a la Fiscalía Colombiana será escuchada después de 3 meses mi versión. Ha sido una historia lamentable (sic)», lamentó Sarabia.
Aseguró, además, que al igual que lo hizo ante la Procuraduría hace unas semanas presentará «las pruebas que respaldan nuestro pedido de que se reconozca mi inocencia».
El llamado de la Fiscalía a Sarabia se da en medio del escándalo que tuvo origen en el robo de un maletín con dinero y documentos oficiales del apartamento de la jefa de gabinete.
La figura de la alta funcionaria presidencial comenzó a empañarse luego de que la Revista Semana publicó la denuncia de que Meza fue acusada en enero pasado de hurtar de casa de Sarabia un maletín con 7.000 dólares (6.426 euros).
Tras el supuesto robo de dinero, los números telefónicos de la niñera y la otra empleada doméstica fueron interceptados ilegalmente por la Policía usando como fachada una investigación contra la banda criminal del Clan del Golfo en el departamento del Chocó, en el oeste del país.
Además, Meza fue llevada a una dependencia de la Casa de Nariño, sede presidencial, para ser interrogada y sometida a pruebas polígrafo sin una orden judicial.
Esa denuncia debilitó su posición en el Gobierno y el pasado 2 de junio presentó su renuncia casi en simultánea con la de Armando Benedetti, entonces embajador en Venezuela.
Benedetti también se vio involucrado en la trama por los chantajes y amenazas que envió a Sarabia, que también fue su mano derecha, a quien amenazaba con revelar «secretos» que podrían incluso involucrar una supuesta financiación irregular de la campaña presidencial. EFE