El exministro de Petróleo de Venezuela, el exchavista Rafael Ramírez denunció que Caracas ha dejado pasar demasiado tiempo sin reaccionar a las licencias de petróleo concedidas por Guyana en aguas del Esequibo y califica de «puro bluf» el reciente referendo sobre ese territorio en disputa que puede dejar un conflicto fronterizo candente para el futuro.
La situación actual «es un desastre para Venezuela», dice Ramírez en una entrevista con EFE en Viena, tras recordar que él, al igual que otros opositores al régimen Nicolás Maduro, se opusieron al referendo del pasado 3 de diciembre.
Entre las razones que motivaron su oposición, destaca que considera un «precedente peligroso» que un Ejecutivo intente transferir al pueblo una responsabilidad que la Constitución del país otorga al Gobierno.
Además, el controvertido referendo unilateral sobre la anexión de un territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados -que pretendía ser vinculante- «no tiene ningún tipo de efecto jurídico», subraya Ramírez, quien fue también, entre 2004 y 2013, presidente de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Eso sí, Ramírez coincide en que el Esequibo debe pertenecer a su país.
El político chavista exiliado en Roma cuenta que él mismo avisó a Maduro de que Guyana estaba concediendo licencias de exploración de hidrocarburos en el enclave, a pesar de que no tenía competencias para ello por estar el territorio en disputa.
Aunque alertó de que será prácticamente imposible sacar a una compañía petrolera del lugar una vez empiece a extraer crudo allí, Maduro «no hizo nada», comenta Ramírez.
«Me quedé extrañado», añade.
Siguieron años en los que Caracas no tuvo iniciativa alguna al respecto -«ni siquiera una carta de protesta»- y ahora un consorcio liderado por el gigante petrolero estadounidense ExxonMobil, que incluye a Chevron y a la china CNOOC, está bombeando 320.000 barriles diarios de crudo en aguas que corresponden al Esequibo.
El grupo quiere duplicar en 2024 el volumen de producción del yacimiento y seguir aumentándolo hasta 1,2 millones de barriles diarios en 2027.
Ya antes, la empresa realizó «46 perforaciones» en aguas del Esequibo y «en las narices del Gobierno venezolano», mediante las cuales constató la presencia de 11.000 millones de barriles de petróleo en el bloque Stabroek.
«Entonces, ¿qué pasa? Maduro, en una situación de un año preelectoral, donde el tema del Esequibo ya es una realidad -ExxonMobil ya está produciendo y va a superar a Venezuela en 2027-, es decir, ante una situación ‘de hecho’, dice que va a hacer un referendo. Es puro bluf«, dice Ramírez.
«Es un aguajero, una persona que dice que va a hacer algo y no hace nada», insiste.
«Yo creo que Maduro, a pesar de todo lo que ha anunciado, va a tener que aceptar dirimir este asunto en la Corte Internacional de Justicia (CIJ)», opina el exministro tras recordar que Caracas hasta el momento no reconoce la jurisdicción de ese tribunal sobre este contencioso.
La CIJ se declaró competente para decidir sobre el contencioso pese al rechazo de Caracas y ha dado un plazo hasta el 8 de abril a Venezuela y Guyana para que «presenten sus alegatos».
«Maduro está perdiendo la guerra diplomática» y si la CIJ dictamina a favor de Guyana, Venezuela «habrá perdido recursos naturales y, lo más grave, su salida al Atlántico«, añade.
Otra posible evolución llevaría a que el conflicto se avive en el futuro, con riesgo de enfrentamientos militares.
De 60 años, Ramírez, que vive exiliado en Roma, rechaza todas las acusaciones de corrupción en su contra de la Justicia venezolana y acusa al régimen de instrumentalizar el sistema judicial para perseguir a sus críticos y opositores.
La Justicia italiana ha rechazado extraditarlo a Venezuela y le ha concedido el estatuto de refugiado político.
Apodado «el zar del petróleo» bajo el Gobierno del fallecido Hugo Chávez, el exministro dice que los fiscales venezolanos abrieron nuevas causas en su contra tanto hace un año, cuando anunció que aspiraba a ser candidato en las elecciones venezolanas de 2024, como ahora, después de manifestar su rechazo al referendo.
Además, denuncia que encarcelaron a su hermano sin una acusación concreta y lo desposeyeron a él y a su familia de sus inmuebles.
«La acusación que me da más risa es la de ‘agente de Exxon’ y la de ‘traidor a la patria’ es la que más me indigna», comenta.
EFE