La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, publicó este jueves un nuevo informe sobre la situación de Venezuela.
En el documento se indica que su Oficina «continuó recibiendo denuncias creíbles de tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Recibió algunos informes de golpizas, descargas eléctricas, violencia sexual y amenazas de violación».
Además, señaló que «los patrones previamente identificados de desapariciones forzadas y detenciones en
incomunicación persistieron«.
En nueve casos documentados por la ONU, las personas «fueron sometidas a desapariciones forzadas, durante las cuales se las mantuvo incomunicadas y las autoridades se negaron a compartir su paradero con sus defensas o sus familiares. Estas prácticas exponen a las personas detenidas a un mayor riesgo de sufrir malos tratos», advirtió.
Bachelet reportó que no hay información sobre «ninguna acción emprendida por la Comisión Nacional para la Prevención de la Tortura entre el 1 de junio de 2020 y el 30 de abril de 2021», para evitar estos abusos.
Violencia contra mujeres
La Alta Comisionada expresó especial preocupación por los informes de violencia sexual contra las mujeres en prisión preventiva, ya que la mayoría de las instalaciones no están adaptadas para cumplir las normas específicas de género y las detenidas a menudo están vigiladas por hombres.
«El 13 de marzo, un agente de la Policía Estatal de Barinas mató a una mujer bajo custodia policial, después de que ella se hubiera negado presuntamente a participar en actos sexuales», documentó el informe, en el cual se pide a la fiscalía venezolana que «investigue a fondo» las denuncias de violencia sexual presentadas por otras mujeres detenidas y que procese a los agentes de policía presuntamente involucrados.