Carmen Elisa Hernández, quien el 12 de septiembre puso a la orden su cargo como presidenta de la Junta Directiva de Monómeros, difundió una carta pública en la que rechazó los señalamientos hechos en su contra por el exembajador Humberto Calderón Berti, y aclaró que su gestión al frente de la empresa colombo-venezolana no se guió por criterios políticos.
«Mi nombramiento se fundamentó en mis credenciales personales y profesionales, las cuales comprenden una trayectoria laboral de 14 años en PDVSA, experiencia como consultora gerencial en Venezuela y otros países de América Latina, 7 años como Directora General de la Alcaldía de Baruta (…) A mi salida de PDVSA, fui militantes de Primero Justicia y, más adelante, por un corto tiempo, de Un Nuevo Tiempo. Nunca he sido parte del partido Voluntad Popular ni se puede afirmar que mi valor consiste en ser la ‘mano derecha’ de Leopoldo López. Rechazo, sin titubeos, una descalificación que es falsa, reduccionista y machista«, señaló Hernández.
Además, aseguró que «es parcialmente cierto» que los problemas de la compañía se deben a la «politización excesiva en la conducción de la empresa», subrayando que «la realidad es mucho más compleja».
Explicó que en la crisis actual de Monómeros han influido problemas históricos como la falta de mantenimiento, el cierre de las fuentes crediticias o el aumento desbordado del costo de las materias primas.
«Durante todo el periodo en que ejercí mi actividad, nunca recibí línea política o instrucciones sobre las decisiones que debí tomar en mis funciones como miembro de Junta Directiva, de Juan Guaidó o de Leopoldo López. Actué, decidí y recomendé siempre, en función de mis criterios profesionales y pensando en lo mejor para la empresa«, añadió.
Por último, Carmen Elisa Hernández reiteró que está a disposición de la Asamblea Nacional electa en 2015 y de las autoridades colombianas para las investigaciones a las que haya lugar sobre su gestión.