El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que lo celebrado este domingo en Nicaragua “no se puede llamar elecciones, han sido una burla al pueblo nicaragüense, a la Unión Europea, la comunidad internacional y a la democracia».
Vía EFE
Ante esta situación, el gobierno español exige al régimen de Nicaragua la liberación de los opositores y periodistas detenidos.
“No ha habido elecciones justas, libres ni competidas”, indicó Albares, quien recordó que “los opositores que deseaban competir están en la cárcel en estos momentos«.
La crisis diplomática entre ambos países ha crecido desde hace algunos meses, hasta que el Gobierno español llamó a consultas a su embajadora en Managua el 11 de ese mes, como respuesta a las «graves e infundadas acusaciones» de la Cancillería nicaragüense contra España y sus instituciones.
Un día antes, el Gobierno nicaragüense había condenado la «inadmisible intromisión del Gobierno del Reino de España en los asuntos internos» del país.
El canciller español manifestó su preocupación con estas elecciones centroamericanas al llegar a la Casa de América de Madrid para asistir a la celebración del 70º aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y reunirse con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.