El dictador bielorruso, Alexander Lukashenko, afirmó el viernes que su país entrará en guerra si su aliado, Rusia, era atacado, y prometió acoger a “cientos de miles” de soldados rusos en caso de conflicto.
“¿Habrá un guerra o no? Sí, habrá, pero solo en dos casos: si hay una agresión directa contra Bielorrusia, si se desata una guerra caliente contra nuestra Bielorrusia”, señaló Lukashenko durante su discurso anual ante la Asamblea Nacional, según la agencia oficial BELTA.
“Y en segundo lugar (…) si nuestro aliado, la Federación Rusa, es atacada directamente”, señaló, en cuyo caso “Bielorrusia participará en la misma” en defensa de Rusia y los acuerdos aliados, recalcó Lukashenko.
Estas declaraciones tienen lugar en un contexto de alta tensión entre Moscú y los países occidentales sobre Ucrania. Rusia ha desplegado a decenas de miles de soldados en la frontera ucraniana y exige garantías a nivel de la seguridad. También prepara próximamente maniobras conjuntas con Minsk, a las puertas de la Unión Europea.
Al respecto, Lukashenko quiso dejar claro a Occidente que, en caso de un ataque “habrá cientos de miles de soldados rusos” en Bielorrusia.
“Quiero responder a Occidente sobre si habrá tropas en el territorio de Bielorrusia. Para ellos, este tema es muy importante. Si nuestro país es atacado, cientos de miles de soldados rusos estarán aquí, quienes defenderán esta tierra sagrada con cientos de miles de bielorrusos”, dijo Lukashenko.
Al mismo tiempo, el jefe de Estado bielorruso quiso enfatizar que los bielorrusos no aceptan guerras y nunca las iniciarán.
“Como persona que conoce el precio de una vida increíblemente dura, quiero decir: categóricamente no aceptamos la guerra. La guerra es muy mala, da miedo”, subrayó dibujando un símil con la Segunda Guerra Mundial.
“Pero los líderes de algunos países, habiéndolo olvidado, se han quedado completamente atónitos. Piensan en ganar esta guerra. No habrá victoria en esta guerra. Todos pierden. Por lo tanto, no queremos la guerra”, recalcó.
Lukashenko señaló que Bielorrusia nunca ha creado problemas para sus vecinos y otros estados.
“Y nunca los crearemos. No solo porque somos personas pacíficas, sino porque simplemente no lo necesitamos. No vamos a redistribuir el mundo. En primer lugar, no lo necesitamos. En segundo lugar, no somos capaces, no tenemos ese recurso”, indicó.
Según el mandatario bielorruso, Occidente prepara a los ucranianos para una agresión y cultiva en ellos una “actitud hostil hacia pueblos hermanos, incluido el bielorruso”.
Para Occidente, añadió, es importante “ahogar en sangre la hermandad ruso-ucraniana, nuestra hermandad eslava”.
“Pero somos pueblos eslavos hermanos, salidos de una misma pila bautismal. Nuestras raíces provienen de la profundidad de los siglos y eso hay que cuidarlo, cueste lo que cueste. La hermandad está muy por encima de rencores inventados y de ambiciones políticas localistas”, dijo Lukashenko.
Recalcó que estos vínculos indestructibles son la base la seguridad común y supervivencia de esta hermandad.
“Devolveremos a nuestra Ucrania al seno de nuestro eslavismo. Lo haremos sin falta”, enfatizó el presidente bierlorruso.
Bielorrusia es el principal aliado de Rusia, que brindó un apoyo político clave al presidente Lukashenko durante las multitudinarias manifestaciones contra su reelección en 2020, que fueron duramente reprimidas.