Los periodistas gazatíes apenas pueden ahora trabajar y cubrir informativamente los ataques israelíes debido al hambre, denunció este martes el Comité de Protección de Periodistas (CPJ, en inglés), que pidió una vez más a Israel que permita el acceso de periodistas internacionales a la Franja.
«El periodismo ha cambiado mucho durante la guerra. Al principio de la guerra, tratábamos de reportar y cubrir la guerra, y ahora tratamos de sobrevivir», asegura en un comunicado Moath al Kahlout, un periodista de Al Jazeera en la Franja, que asegura que ha perdido mucho peso y salud física debido a la falta de comida y la restricción israelí a la entrada de alimentos al enclave.
«Normalmente me despierto por la mañana con el sonido de los drones y el día siempre acaba con el sonido de las bombas. Mi trabajo, como periodista, no es solo un trabajo; es una responsabilidad», dice este periodista, que lamenta que lo más duro esta última semana ha sido la muerte de su primo mientras esperaba la llegada de ayuda humanitaria.
Esta denuncia se junta a la de la Agencia de Noticias Francesa AFP, quien este martes denunció en un comunicado que sus colaboradores gazatíes (entre ellos redactores, fotógrafos y videográfos) corren el riesgo de morir de hambre si no hay una «intervención inmediata» en Gaza.
«Desde que se fundó AFP en agosto de 1944, hemos perdido a periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto morir a un colaborador de hambre», recoge su comunicado.
Esta agencia también detalla las condiciones en las que están viviendo sus colaboradores en la devastada Franja, como Bashar, de 30 años, y quien «durante más de un año ha vivido en la más absoluta indigencia» y que sufre problemas intestinales graves.
«Bashar vive en las ruinas de su casa en Ciudad de Gaza. El domingo por la mañana informó de que su hermano mayor había muerto de hambre. Ahlam sobrevive en el sur del enclave y confirma que el mayor problema que tiene es la falta de comida y agua», reza la nota.
Los periodistas gazatíes se han convertido en los únicos ojos y narradores de la ofensiva israelí, que ha matado ya a más de 59.100 personas, y donde el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha vetado su entrada a la prensa internacional desde octubre de 2023.
La directora regional del CPJ, Sara Qudah, alegó que el trabajo que realizan «es vital» y su sufrimiento es intencional.
«Es parte de una táctica deliberada: matar de hambre a la prensa, silenciar la verdad», dijo Qudah. EFE