Los expertos internacionales recientemente enviados a China para investigar los orígenes de la pandemia de Covid-19 presentarán este martes en detalle sus conclusiones, que privilegian la transmisión a los humanos mediante un animal que hasta el momento no pudo ser identificado.
El informe conjunto de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y chinos llega 15 meses después de la aparición de los primeros casos en Wuhan, China, y después de que la pandemia se cobrara al menos 2,7 millones de vidas en todo el planeta y devastara la economía mundial.
En este momento, el número de casos mundiales (más de 127 millones) sigue aumentando debido a variantes más contagiosas, que obligan a los países a tomar severas medidas de restricción, como ocurre especialmente Europa y en América Latina.
El informe, del que la AFP obtuvo una copia el lunes y que será oficialmente presentado a las 14.00 GMT del martes en Ginebra, no produce ninguna sorpresa ni resuelve el misterio del origen del virus y subraya la necesidad de realizar estudios en una zona más amplia que China.
Para los expertos, la transmisión del virus vía un animal intermedio es una hipótesis «entre probable y muy probable». Y consideran «extremadamente improbable» que se haya originado en un escape de patógenos de un laboratorio.
Concretamente, los investigadores se inclinan por la teoría de que el Covid-19 se transmitió probablemente de un murciélago al hombre vía otro animal sin identificar. Entre los sospechosos están el gato doméstico, el conejo o el visón.
No obstante, la posibilidad de una transmisión directa entre el animal inicial y el hombre es todavía considerada entre «posible y probable». Y tampoco descartan la hipótesis de una transmisión por carne congelada, privilegiada por Pekín y que consideraron «posible».
«Debe haber investigaciones en zonas más amplias y en un mayor número de países», concluye el informe.
«Todas las hipótesis están sobre la mesa y merecen más estudios en profundidad», precisó a su vez el lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
AFP