La policía francesa interrumpió en la noche del viernes al sábado una fiesta clandestina con unas 400 personas en un chalet de la región de París que infringía las reglas del confinamiento en vigor, una intervención que degeneró en altercados.
La Prefectura (delegación del Gobierno) del departamento de Val de Marne explicó en su cuenta de Twitter que se ha formalizado una denuncia por violencia contra los agentes, a los que algunos asistentes lanzaron botellas cuando eran desalojados.
También se ha abierto una investigación para identificar a los organizadores, así como a los propietarios del chalet, que se encuentra en la población de Joinville-le-Pont. Durante el desalojo no hubo detenciones.
Como se ha demostrado que uno de los participantes en la fiesta es positivo a la covid-19, la Prefectura de Policía ha pedido en un comunicado a todos los que estuvieron allí que se hagan un test y que con carácter preventivo se pongan en aislamiento.
El Gobierno francés impone desde el pasado 29 de octubre un confinamiento domiciliario que debe durar al menos hasta el 1 de diciembre, con el que solo se está autorizado salir de casa con justificaciones como ir a trabajar, llevar los niños al colegio, acudir a citas médicas, cuidar de una persona dependiente o realizar compras básicas.
EFE