En un fuerte golpe contra una de las fuentes de financiamiento de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Estados Unidos sancionó este lunes 24 de octubre a la la autoridad minera nicaragüense Dirección General de Minas (DGM) para restringir la actividad aurífera en el país centroamericano.
El presidente Joe Biden firmó este lunes una nueva Orden Ejecutiva que amplía la autoridad del Departamento del Tesoro para responsabilizar al régimen de Ortega-Murillo por sus continuas violaciones a los derechos humanos.
La nueva Orden Ejecutiva también proporciona autoridades de sanciones ampliadas que podrían usarse para prohibir nuevas inversiones estadounidenses en ciertos sectores identificados en Nicaragua, la importación de ciertos productos de origen nicaragüense a los Estados Unidos, o la exportación, desde los Estados Unidos, o por una persona de los Estados Unidos, dondequiera que se encuentren, de ciertos artículos a Nicaragua.
“Los continuos ataques del régimen de Ortega-Murillo contra actores democráticos y miembros de la sociedad civil y la detención injusta de presos políticos demuestran que el régimen siente que no está obligado por el estado de derecho”, dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian. E.Nelson. “Con la nueva Orden Ejecutiva del presidente Biden, podemos y utilizaremos todas las herramientas a nuestra disposición para negarle al régimen de Ortega-Murillo los recursos que necesita para seguir socavando las instituciones democráticas en Nicaragua”.
Además de la sanción a la Dirección General de Minas, Estados Unidos también designó a Reinaldo Gregorio Lenín Cerna Juárez en la lista OFAC.
Cerna es un confidente cercano del dictador de Nicaragua. Fue jefe de seguridad del estado durante la primera presidencia de Ortega en las décadas de 1970 y 1980 y, según los informes, estuvo involucrado en numerosos incidentes de violencia, asesinatos y torturas y admitió estar asociado con grupos terroristas conocidos.
Cerna trabajó anteriormente en el Consulado de Nicaragua en Honduras y presuntamente ayudó en el asesinato de Pablo Emilio Salazar, jefe de la guardia presidencial del entonces presidente Anastasio Somoza Debayle. Cerna supuestamente proporcionó el arma que mató a Salazar. Una vez que asumió como jefe de la Seguridad del Estado bajo Ortega, según informes públicos, Cerna se hizo famoso y temido como torturador.