El presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró este miércoles que la tarea más urgente que se afronta es la defensa de la democracia y la lucha contra los peligros que la amenazan, principalmente los totalitarismos de la desinformación, al intervenir en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Asimismo condenó el régimen de Nicaragua, las sanciones a Venezuela y Cuba, la indefensión del pueblo palestino además de apelar a la necesidad urgente e innegociable de actuar contra el cambio climático.
«Es tarea urgente y número uno cuidar la democracia. Debemos detener el avance de la intolerancia y de los autoritarismos, enfrentar decididamente a la desinformación que corroe nuestras democracias de forma institucional y sin complejos, a la vez que defendemos los avances y los derechos de las minorías y, también, de quienes no son minoría, sino mayoría como las mujeres, cuyos avances y derechos se ven amenazados por sectarismos y fanatismos de diferente tipo», afirmó.
«Tenemos que atender a las causas profundas de la desafección que genera la democracia porque vemos con preocupación que su pérdida o su fragilidad hoy puede que no se exprese en los golpes de Estado del siglo XX, sino que tengan nuevas formas, incluso algunas con apariencia de mayoría», afirmó.
Tras recordar el golpe de estado en Chile hace 50 años y el papel fundamental de Estados Unidos en el éxito del mismo, señaló que una de las armas más eficaces es que estas democracias respondan, de manera clara y eficaz, a las demandas de las sociedades, que exigen seguridad, igualdad y justicia social.
«Cuando las instituciones tardan en dar respuesta o no lo logran a tiempo de forma clara, la corrupción, el crimen organizado, las múltiples desigualdades, todos esos desafíos que van corroyendo nuestras instituciones, la población deja de confiar», subrayó.
«Por eso, cuidar la democracia, implica hacernos cargo de las frustraciones, los anhelos y las necesidades de la ciudadanía, canalizando los desafíos que impone nuestro tiempo y avanzando con acciones concretas, con mayor libertad, prosperidad, justicia social, sostenibilidad y poniendo siempre el interés colectivo por delante de los intereses individuales, en particular de los intereses individuales de quienes tienen más poder, entre ellos, de nosotros como gobernantes», detalló.
Nicaragua, Palestina, Cuba y Venezuela
En este contexto, condenó el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, pero también las sanciones a Venezuela, país para el que pidió las condiciones necesarias para que se celebren elecciones libres.
«No podemos sino decir que lo mismo nos violenta respecto a las sanciones hace tanto tiempo establecidas sobre Cuba. Y en esto quiero ser muy claro: declarar que Cuba es un país que promueve el terrorismo no sólo es falso, sino que nos violenta. Y, por lo tanto, instamos a Estados Unidos a seguir la línea que en su momento tuvo el gobierno de Barack Obama», recordó.
Igualmente denunció la invasión rusa de Ucrania y «la ilegal ocupación y la negación de la posibilidad de un gobierno palestino» así como «el muro que se ha instalado y que divide a sus propios ciudadanos y reconociendo el derecho de existir de los dos Estados, Israel y Palestina, exigimos desde esta tribuna también el respeto al derecho internacional».
Emergencia climática
Como segundo eje de su discurso, Boric abordó la emergencia climática, una cuestión que de la misma manera «requiere acción urgente y en donde las responsabilidades igualmente no recaen en todos de la misma manera».
«Estos son problemas de hoy, no de mañana. En mi patria lo hemos vivido con incendios, inundaciones y sabemos que la mayoría de ustedes, en particular los más vulnerables, los que menos han contribuido al calentamiento global, los que menos han quemado combustibles fósiles, son los que más sufren de esta crisis climática.
«Por eso, hacemos un llamado, tal como lo hiciéramos hoy en la mañana en el alto panel para discutir este tema, actuar rápido, acelerar la transición energética, a modificar nuestros patrones de consumo y establecer nuevas reglas e instituciones que nos permitan corresponder a estas exigencias» subrayó.
«Por eso, se necesita más y quiero hacer un llamado responsablemente a los países con mayor actividad industrial, a que asuman una ética de la responsabilidad que sea no solamente más respetuosa con el medio ambiente, sino que también sea más solidaria con quienes… están sufriendo los efectos más devastadores de la crisis climática, los daños y perjuicios de esta crisis que no provocamos», argumentó.
Transformación tecnológica
Su tercer y último eje giró en torno al cambio tecnológico, que en su opinión «sólo es comparable con la Revolución Industrial de mediados del siglo XVIII y que está cambiando, de forma drástica, nuestra manera de relacionarnos, nuestra manera de pensar, de producir, de trabajar».
«Cada gran transformación tecnológica siempre ha sido en la historia de la humanidad una gran oportunidad para construir sociedades más justas, pero también si lo hacemos mal, puede ser fuente de nuevas injusticias. Y, en este contexto, es deber de todos establecer consensos multilaterales para dar un marco ético al desarrollo y al uso de nuevas tecnologías, como el caso de la inteligencia artificial», advirtió.
«Requerimos un marco que incorpore la perspectiva de derechos humanos a la investigación e innovación tecnológica, considerando el resguardo y fomento de la libertad y la dignidad de las personas y los pueblos, así como las necesidades del desarrollo sostenible», concluyó.
EFE