Nicolás Maduro recibió en el Palacio de Miraflores, la tarde de este viernes, al enviado del presidente Donald Trump para misiones especiales, Richard Grenell, quien viajó a Caracas para buscar deportar a los miembros del Tren de Aragua detenidos en Estados Unidos y que sean liberados los estadounidenses presos en Venezuela.
El canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), transmitió imágenes del recibimiento de Maduro al diplomático estadounidense, junto al presidente de la cuestionada Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez.
La Casa Blanca aclaró este viernes que el viaje de Grenell a Caracas no significa que Estados Unidos reconozca al Maduro como presidente de Venezuela.
«Absolutamente no«, respondió enfáticamente la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al ser consultada por periodistas si el viaje de Grenell a Caracas significaba un cambio en el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela.
Leavitt explicó que Grenell viajó a Venezuela «con dos directivas muy claras: asegurarse de que los miembros de Tren de Aragua, de los cuales hay 400 actualmente bajo custodia, sean repatriados a Venezuela y que todos los detenidos de Estados Unidos regresen a casa».
De igual modo, el representante del presidente Donald Trump para América Latina, Mauricio Claver-Carone, aconsejó a Maduro -en una llamada con periodistas- «que atienda esas demandas y que las cumplas, ya que obviamente si no habrá consecuencias. Así que lo vea como una oportunidad».
Claver-Carone enfatizó que «aquí no hay negociación sobre temas de petróleo. El presidente ha dejado muy claramente de que a los Estados Unidos no le no le hace falta el petróleo de Venezuela (…) No hay ningún tipo de balance o ningún tipo de espacio a quid pro quo. No hay negociaciones».