El incendio industrial de grandes proporciones de la mayor base de depósitos de combustible de Cuba, en Matanzas, cumple este sábado un año sin que se haya hecho pública la investigación sobre el operativo de los servicios de emergencia, en el que murieron 17 personas.
En la noche del viernes 5 de agosto de 2022, un rayo provocó un incendio en un tanquero de 50.000 metros cúbicos. Las llamas se propagaron a otros cuatro depósitos de igual tamaño en los siete días que duró el mayor desastre industrial de la historia del país.
La combustión de esa ingente cantidad de combustible generó una densa columna de humo negro que se pudo apreciar desde La Habana, a unos 100 kilómetros. Miles de residentes en barrios colindantes fueron desalojados temporalmente y una veintena de casas resultaron dañadas.
El régimen cubano solicitó ayuda internacional. Venezuela y México fueron el principal auxilio, clave en la extinción, con el envío de equipos y personal especializado en incendios industriales.
El país perdió a su vez su principal reserva estratégica de combustible, que va a tardar aún años en reconstruir y gracias a la ayuda internacional. La dictadura no ha publicado el alcance económico del siniestro.
A día de hoy, Cuba atraviesa por diversas causas una crisis energética que suma casi seis meses de desabastecimiento de gasolina y gasoil en las gasolineras de todo el país.
Los fallecidos
Un año después del incendio, el periódico Granma –órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal)– informó que se erigirá un memorial en Matanzas en el que se depositarán los restos de los 17 fallecidos en las labores de extinción.
Según pudo saber EFE con testimonios coincidentes de varias personas cercanas a los fallecidos que prefirieron mantener su anonimato, al menos dos de ellos eran jóvenes que estaban en primera fila pese a contar con menos de un año de experiencia como antiincendios.
En total, cuatro de los fallecidos -de entre 19 y 21 años- no eran bomberos profesionales, sino que cumplían el servicio militar en comandos de bomberos. En el homenaje de Estado a los caídos se les identificó como «soldados».
Grupos de la disidencia y oenegés consideraron una imprudencia haber recurrido a estos jóvenes, en especial por la dimensión del incendio. El régimen y la prensa oficial, por otro lado, destacaron el «valor» y «heroísmo» de los bomberos.
Según datos proporcionados a EFE por el Cuerpo de Bomberos de Cuba, a finales de 2022 un 70 % de sus integrantes son muchachos del servicio militar activo (SMA).
La investigación
El Cuerpo de Bomberos aseguró en diciembre a EFE, información coincidente con lo que aseguraron dos familiares de las víctimas, que se había iniciado una investigación interna de oficio sobre lo ocurrido.
La entidad aclaró entonces que se trataba de un «análisis de actuación de medios y fuerza» estándar, que se realiza de forma rutinaria tras cada actuación. Hasta este sábado no se ha difundido el resultado de esas pesquisas ni informado si éstas han concluido.
Allegados de algunos de los fallecidos afirmaron a EFE que hasta el momento no se les ha informado sobre el avance en las investigaciones.
EL OPERATIVO
Más allá de las edades y el nivel de experiencia de los bomberos, expertos de España y México consultados por EFE a raíz del siniestro pusieron en duda distintos elementos básicos del operativo de emergencia.
Cuestionaron la distancia en la que se actuó sobre el primer tanque –en videos en redes sociales de la prensa provincial, los propios bomberos reconocieron haber estado a unos 20 metros– y haber utilizado a personal con poca experiencia.
También pusieron en duda la estrategia inicial de extinción de las llamas y el equipamiento de los profesionales.
El Cuerpo de Bomberos explicó a EFE que al inicio de las actuaciones sus miembros estuvieron «muy cerca» de las llamas, pero que cuando se detectó peligro real de explosión se echaron atrás y mantuvieron una distancia de más de 40 metros.
La mayoría de los desaparecidos murieron en las primeras 24 horas del siniestro, probablemente a causa de alguna de las violentas explosiones que se sucedieron en la primera madrugada. Entonces 14 personas fueron dadas por desaparecidas.
Una vez extinguidas las llamas, especialistas cubanos recuperaron restos óseos calcinados en la zona y aseguraron que correspondían con los de los desaparecidos aunque, dado su estado, no era posible identificarlos individualmente.
EFE