El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este viernes que el confinamiento por el coronavirus ha sido levantado y solo continuará hasta el próximo 20 de diciembre, pero solamente en dos ciudades: Bariloche, en la provincia de Río Negro; y Puerto Deseado, en Santa Cruz.
El resto del territorio nacional pasará a la fase de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO).
Asimismo, el mandatario convocó «a todos» a sumarse «como voluntarios» para ayudar en la campaña de vacunación y poder inmunizar a entre 4 y 5 millones de argentinos por mes.
El jefe de Estado afirmó que «trece millones de personas deberían estar vacunándose entre enero y marzo» contra el coronavirus, antes de que llegue el otoño, para poder enfrentar la pandemia que, insistió, no ha terminado.
«No hay que relajarse porque ya vimos lo que pasó en Europa», señaló Fernández. Y pidió máximos cuidados en el verano, sobre todo en los jóvenes, que «actúan como vectores» de contagio en los adultos mayores, que son los que más riesgo corren ante los contagios de covid-19, indicó.
«Estamos entrando en una etapa nueva. Nuestro objetivo es que cuanto antes Argentina recupere el funcionamiento habitual. Quisiera que todos podamos recuperar la habitualidad de nuestros movimientos, para que todo sea más llevadero», manifestó el presidente.