Jerusalén se encuentra en estado de máxima alerta este sábado tras ser el epicentro de dos atentados con arma de fuego en menos de 24 horas, que hasta el momento han dejado siete israelíes muertos y cinco heridos, en medio de una escalada de violencia en la zona.
El último ataque se registró por la mañana en el asentamiento de colonos judíos Ciudad de David, ubicado dentro del barrio palestino de Silwan, en Jerusalén este ocupado.
«Como resultado del tiroteo hay dos heridos. El sospechoso del tiroteo fue neutralizado», indicó la Policía en un comunicado sobre el agresor, identificado como un palestino de 13 años residente en Jerusalén este.
El agresor «fue herido y dominado» en la escena por civiles israelíes armados, y la policía se incautó allí mismo de la pistola que usó para el ataque, calificado como «terrorista».
El atacante, quien habría actuado solo, se encuentra en «estado grave», según la radio oficial del Ejército israelí.
Las víctimas de este ataque eran padre e hijo, voluntarios del servicio de emergencias israelí Magen David Adom, según la prensa local.
Este atentado siguió a otro ocurrido la noche del viernes, cuando un sujeto abrió fuego cerca de una sinagoga ubicada en Neve Ya’akov, un asentamiento de colonos judíos también en Jerusalén este ocupado, matando a siete personas e hiriendo a tres más.