El papa Francisco celebró este domingo la beatificación del cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio, proclamada ayer en el santuario de Luján, y lo recordó como un «pastor humilde» y ejemplo para una Iglesia que cuida de «todos».
«Queridos hermanos y hermanas, ayer en el santuario de Luján fue beatificado el cardenal Pironio, pastor humilde, testigo de la esperanza y defensor de los pueblos», dijo el pontífice, que hoy cumple 87 años, tras rezar el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico.
El cardenal Pironio (1920-1998), rememoró Francisco, «colaboró con Juan Pablo II en la promoción de los laicos y en las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ)».
«Que su ejemplo nos ayude a ser una Iglesia en salida acompañante de calle de todos, especialmente de los más débiles. Un aplauso al nuevo beato», instó a los cientos de fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.
El conocido como ‘cardenal de los jóvenes’ por ser el impulsor de las JMJ fue beatificado en una misa a las puertas de la Basílica de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, presidida por el cardenal español Francisco Vérgez Alzaga, delegado del papa para el acto.
Pironio fue proclamado beato después de que el pasado 8 de noviembre el papa firmara el decreto que reconoce el milagro atribuido a su intercesión, la curación de un niño en 2006. EFE