El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, cerró este sábado la puerta a cualquier posibilidad de celebrar un nuevo referéndum de independencia en Escocia, incluso aunque el Partido Nacional Escocés (SNP) obtenga la mayoría absoluta en el Parlamento regional.
“Creo que un referéndum en el contexto actual es irresponsable y temerario”, dijo el funcionario en una entrevista con el diario The Telegraph, al ser consultado sobre si aceptaría una nueva consulta después de la celebrada en 2014, en la que los escoceses votaron por seguir en el Reino Unido.
El SNP de la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, mantiene el liderazgo en el recuento de las elecciones al Parlamento de Edimburgo (regional) llevadas a cabo el jueves, al obtener hasta ahora 39 de los 48 escaños escrutados.
Según el recuento, el SNP no ha perdido de momento ningún escaño e incluso ha ganado tres -dos que estaban antes en manos de los conservadores y uno previamente laborista-, aunque los analistas ven poco probable que pueda alcanzar la mayoría absoluta, algo que sí lograría con el apoyo de los Verdes.
Sturgeon, de 50 años, ha impulsado el proyecto independentista apoyándose en el amplio rechazo de los escoceses a un Brexit que les fue impuesto por el resto del país. Y desde hace un año disparó su popularidad gestionando la pandemia de coronavirus con prudencia, determinación y empatía, una política que no quiere sacrificar para acelerar el reclamo de una nueva consulta pese a las presiones.
“Quiero que Escocia sea independiente. Pero primero tenemos que sacar al país” de la crisis del coronavirus, dijo recientemente a la cadena británica BBC. “La gente que se toma en serio la independencia lo entiende”, afirmó.