El Gobierno chileno presentó este lunes el plan para expropiar parte de los terrenos de la ex Colonia Dignidad, un asentamiento sectario alemán emplazado en el sur del país usado como centro de detención, tortura y exterminio durante la dictadura civil militar de Augusto Pinochet (1973-1990) donde se erigirá un nuevo sitio de memoria.
En total, según comunicó el Ejecutivo, serán expropiadas 116,8 hectáreas del área declarada Monumento Histórico en 2016, específicamente un espacio que comprende inmuebles y lugares vinculados a las sistemáticas violaciones de los derechos humanos perpetradas contra colonos y opositores políticos al régimen militar.
«Vamos a iniciar la expropiación de una parte de este lugar que se utilizó principalmente durante la dictadura militar con el objeto de ser un campo de concentración y prisión política, donde se realizaron las atrocidades más grandes que hemos vivido en nuestro país, un lugar donde se torturó a chilenos y chilenas y se les hizo desaparecer”, señaló el ministro chileno de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo.
Por su parte, el jefe de la cartera de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, valoró la resolución tomada en el marco del Plan Nacional de Búsqueda, en tanto convertirá los espacios de la ex Colonia Dignidad «en un lugar de reflexión nacional y de intercambio».
«Aquí hubo violación de derechos humanos, pero también hubo muchas violaciones de niños, también hubo violaciones de jóvenes, también hubo barbaridades de toda naturaleza. Y lo serio en una sociedad es reflexionar, sacar las lecciones de las experiencias de la historia y, a su vez, comunicarlas especialmente a los jóvenes, en un espacio de reflexión de todos”, subrayó el ministro.
Entre los sitios que serán expropiados se encuentra la casa de Paul Schäfer, el exmilitar nazi que lideró la conocida secta y sometió a trabajos forzados, castigos, manipulación mental y, en algunos casos, abuso sexual a más de 300 adultos y niños, muchos de los cuales le siguieron a Chile desde Alemania.
Además, la medida incluye la denominada «bodega de papas», utilizada como centro de detención y tortura de prisioneros políticos que llegaron al lugar durante los meses siguientes al golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático de Salvador Allende (1970-1973).
También se considera la expropiación del Hospital de la Colonia, donde se administraban psicofármacos y llevaban a cabo procedimientos coercitivos sobre los colonos; así como la portería de acceso, punto de vigilancia para controlar ingresos y salidas del enclave.
Por último, la resolución abarca las fosas donde se ha encontrado evidencia de inhumaciones y exhumaciones de víctimas de desaparición forzada, espacio que a la fecha continúa siendo investigado en busca de indicios para dar con el paraderos de estas personas o conocer su destino final.
El asentamiento, fundado en 1961 en el sur de Chile y que no fue desmantelado hasta 1991 por orden del presidente Patricio Aylwin (1990-1994), sirvió, además, de centro de torturas de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta del dictador Augusto Pinochet.
Se estima que más de cien opositores al régimen fueron asesinados en el recinto y que hoy en día aún siguen desaparecidas.
Schäfer, condenado en 2006 por abusos sexuales y fallecido en 2010, fue encerrado en una prisión chilena después de ser detenido en Argentina, hasta donde había escapado años antes.
La dictadura de Pinochet dejó al menos 3.200 opositores asesinados, de los que 1.469 fueron víctimas de desaparición forzada. Tras décadas de búsqueda se encontraron e identificaron los restos de 307 y aún falta encontrar a otros 1.162, según las últimas cifras oficiales. EFE