El Gobierno de Chile anunció que en los próximos días instalará varios albergues en el norte para asistir a los cientos de venezolanos que se encuentran varados tras cruzar la frontera por pasos ilegales en la que es la mayor crisis migratoria en la historia reciente del país.
“Tenemos que hacernos cargos de una realidad, han ingresado miles de personas, fundamentalmente ciudadanos venezolanos, aunque no es la única nacionalidad que ingresa, y para eso hemos definido un fortalecimiento de las medidas humanitarias”, indicó el ministro chileno de Interior, Rodrigo Delgado.
Delgado explicó que se instalarán albergues en las localidades fronterizas de Colchane y Huara donde se les entregarán artículos de primera necesidad, pero también en Iquique, la primera gran urbe que los migrantes encuentran a su llegada desde Bolivia.
También se construirán centros para niños en colaboración con Unicef y el Hogar de Cristo y se entregarán “vouchers” para que los migrantes puedan alojarse en hostales asociados a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
“Estimamos la atención de 3.600 niños, niñas y adolescentes y 5.400 adultos en los próximos 12 meses”, afirmó por su parte la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar.
El paso fronterizo entre la pequeña localidad chilena de Colchane y Bolivia, una zona andina a más de 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar con temperaturas extremas y donde ya han muerto al menos 12 personas en lo que va de año, se ha convertido en los últimos meses en ruta habitual para que extranjeros lleguen a Chile de manera irregular.
Ni la pandemia ni la crisis social que se extendió durante más de un año en 2019 han alejado el deseo de migrar a Chile, uno de los países más atractivos dentro de América Latina por su estabilidad política y económica.