La enviada especial de Estados Unidos para el Monitoreo y Combate del Antisemitismo, Deborah Lipstadt, aseguró este viernes que el «alarmante» aumento de antisemitismo que considera que existe en el mundo supone «una amenaza directa para la democracia y la seguridad nacional» estadounidense.
Así lo expuso en una sesión informativa virtual organizada por la Oficina de Asuntos Públicos Mundiales del Departamento de Estado de EE.UU. para explicar cómo el gobierno está abordando «el odio a los judíos en todo el mundo».
«El antisemitismo se ha convertido en una amenaza para la democracia, para el Estado de derecho y para las instituciones públicas», articuló.
Lipstadt situó el incremento del antisemitismo como consecuencia de los hechos sucedidos el 7 de octubre, cuando 1.200 personas murieron tras los ataques a Israel del grupo islamista Hamás y que derivaron en la actual ofensiva contra la Franja de Gaza que, hasta ahora, ha acabado con la vida de al menos 35.800 palestinos.
Añadió que la «agitación» provocada por las protestas propalestinas en los campus de universidades estadounidenses ha provocado que muchos países se preocupen por la situación y crean que Estados Unidos no es capaz de frenar al antisemitismo.
Ante este contexto, la funcionaria del Departamento de Estado recordó que la infracción de las leyes vigentes debe tener consecuencias y se posicionó a favor de endurecer la legislación si la actual no impide la violencia. «Estamos hablando de denunciar el antisemitismo, venga de donde venga», sostuvo.
Además, cargó contra personalidades y movimientos progresistas por «mantener el silencio» al respecto, considerar «actos de resistencia» a acciones de odio y no pronunciarse como dijo que sí hicieron en otras coyunturas.
«En Irán, cuando se propuso encarcelar a algunas mujeres por mostrar su cabello, no dudaron en alzar la voz», sentenció haciendo referencia a las protestas que se desencadenaron en el país en septiembre de 2022 tras la muerte de Mahsa Amini bajo custodia policial por, supuestamente, ignorar las leyes sobre el uso del velo.
El encuentro contó con el enviado especial adjunto de EE.UU. para el Monitoreo y Combate del Antisemitismo, Aaron Keyak, que en los últimos meses, al igual que Lipstadt, ha viajado a nivel mundial para «mostrar solidaridad con la comunidad judía» y mantener reuniones sobre estrategias para combatir la ola de odio.
Durante esa gira, Lipstadt y Keyak se reunieron con representantes de las comunidades judías, pero también con funcionarios gubernamentales y dirigentes de la sociedad civil para implicarlos en una lucha que, para ambos, necesita un «enfoque integral» de la ciudadanía.
El enviado especial adjunto explicó que su oficina está trabajando junto a empresas tecnológicas y ONGs para luchar contra este tipo de discriminación en línea porque, para él, «las diferencias entre lo que ocurre en internet y en el mundo real ya no importan. El antisemitismo puede empezar en línea y acabar en violencia física». EFE