El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, demandó a Israel un plan para «el día después» en Gaza tras el «horrible» bombardeo israelí contra un campo de refugiados situado en Rafah, al sur de la franja.
«En ausencia de un plan para el día después, no habrá un día después», dijo este miércoles en rueda de prensa durante su visita a Moldavia.
Blinken, que describió el ataque como un «incidente», reconoció que éste había sido «horrible» y que «nadie que haya visto las imágenes no puede no verse hondamente afectado por ello a nivel humano».
«Hemos sido muy claros con Israel», afirmó y, a renglón seguido, exigió a Israel que investigue y determine «exactamente qué es lo que pasó y por qué pasó» en un ataque que dejó varias decenas de muertos.
En respuesta a una pregunta de una reportera estadounidense, aseguró desconocer el tipo de armamento que fue empleado, aunque añadió que eso también «debe ser producto de una investigación rápida».
«No puedo decir qué armas fueron usadas y cómo fueron usadas», afirmó.
Al mismo tiempo, destacó que incluso las operaciones más limitadas y precisas diseñadas para liquidar terroristas pueden tener «consecuencias terribles, horribles y no intencionadas».
El jefe de la diplomacia estadounidense consideró «muy importante» la elaboración de un plan para «el día después» justo «cuando Israel ha tenido éxito en destruir la capacidad de Hamás».
Considera que «las horribles consecuencias» que pueden tener las acciones militares en un lugar donde civiles y terroristas viven tan cerca los unos de los otros es lo que confirma «lo imperativo que es tener un plan para el día después», que incluya la seguridad de los residentes en Gaza y la reconstrucción del territorio.
Blinken subrayó que es necesario llegar a ese punto «lo más rápido posible», ya que dicho plan no hará sino garantizar la duradera derrota de Hamás.