La Administración del saliente presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reintegró este lunes a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, de la que había sido retirada en 2015 por el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) durante el «deshielo» de la relación bilateral.
«El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas«, señaló el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.
A continuación el texto:
El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo por brindar reiteradamente apoyo a actos de terrorismo internacional al ofrecer un refugio seguro a terroristas.
El gobierno de Trump se ha centrado desde un primer momento en negar al régimen de Castro los recursos que utiliza para oprimir a su población en el país y contrarrestar su injerencia maliciosa en Venezuela y el resto del Hemisferio Occidental.
Con esta medida, una vez más exigimos que el gobierno de Cuba responda por sus actos y transmitimos un mensaje claro: el régimen de Castro debe concluir su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense.
Durante décadas, el gobierno cubano ha alimentado, albergado y brindado atención médica a homicidas, fabricantes de explosivos y secuestradores, mientras muchos cubanos pasan hambre, no tienen vivienda y carecen de medicamentos básicos. Miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), designado como Organización Terrorista Extranjera por los Estados Unidos, viajaron a La Habana para mantener conversaciones de paz con el Gobierno colombiano en 2017. Alegando protocolos de negociación de paz, Cuba ha rechazado los pedidos de Colombia de extraditar a 10 líderes del ELN que viven en La Habana luego de que el grupo se atribuyera responsabilidad por el atentado con explosivos perpetrado en enero de 2019 en una escuela de cadetes de policía en Bogotá, en el que murieron 22 personas y más de 87 resultaron heridas.
Cuba también acoge a varios fugitivos de la justicia de EE.UU. que son buscados o han sido condenados por cargos de violencia política, y muchos de los cuales han residido en Cuba durante décadas. Por ejemplo, el régimen cubano se ha negado a extraditar a Joanne Chesimard, que se encuentra en la Lista de Terroristas Más Buscados del FBI por ejecutar al policía del estado de Nueva Jersey, Werner Foerster, en 1973; Ishmael LaBeet, condenado por matar a ocho personas en las Islas Vírgenes de EE.UU. en 1972; Charles Lee Hill, acusado de asesinar en el estado de Nuevo México al policía Robert Rosenbloom en 1971; entre otras personas.
Cuba vuelve a ser incluida en la lista de Estados que Patrocinan el Terrorismo tras incumplir el compromiso de dejar de apoyar el terrorismo que había asumido ante el gobierno anterior, en 2015, como condición para ser eliminada de dicha lista. El 13 de mayo de 2020, el Departamento de Estado notificó al Congreso que había certificado a Cuba conforme al artículo 40A(a) de la Ley de Control de Exportaciones de Armas (Arms Export Control Act) como país que “no cooperó plenamente” con las acciones de EE. UU. contra el terrorismo durante 2019.
Además del apoyo al terrorismo internacional que da sustento a la medida de hoy, el régimen cubano participa en una variedad de comportamientos perniciosos en la región. El aparato de inteligencia y seguridad cubano se ha infiltrado en las fuerzas de seguridad y militares de Venezuela y ha ayudado a Nicolás Maduro a mantener el control férreo sobre su población, al tiempo que permite que operen organizaciones terroristas. El apoyo dado por el gobierno cubano a disidentes de las FARC y el ELN se extiende también más allá de las fronteras de Cuba, y el respaldo del régimen a Maduro ha generado un entorno permisivo para que vivan y prosperen terroristas internacionales dentro de Venezuela.
La designación de hoy sujeta a Cuba a sanciones que penalizan a las personas y países que entablen cierto tipo de trato comercial con Cuba, limita la asistencia exterior de EE.UU., prohíbe exportaciones y ventas en el área de defensa y establece determinados controles a las exportaciones de artículos de doble uso.
Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo cubano en su aspiración de lograr un gobierno democrático y el respeto de los derechos humanos, incluidas las libertades de religión, expresión y asociación. Hasta tanto se respeten estos derechos y libertades, seguiremos exigiendo que el régimen rinda cuentas.