El ministro de Exteriores ucraniano, Andrí Sibiga, entregó este lunes en Damasco al hombre fuerte de Siria, Ahmed Al Sharaa, un «mensaje de apoyo» del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien le ofreció ayuda de Kiev para que los responsables del depuesto régimen de Bashar Al Assad rindan cuentas.
Sibiga ofreció a Al Sharaa «asistencia (ucraniana) en el campo de la recopilación de pruebas, la investigación y el seguimiento de los delitos», según manifestó en una rueda de prensa en Damasco con su homólogo sirio, Assad al Shaibani.
«Rusia y el régimen de Assad son cómplices de cometer atrocidades en Siria», dijo el ministro ucraniano, en alusión al apoyo político y militar de Rusia al depuesto Al Assad contra los grupos de la oposición, y hasta su derrocamiento el 8 de diciembre y su huida a Moscú.
Manifestó asimismo a Al Sharaa, antes conocido como Abu Mohamed al Jolani, la esperanza de Kiev en «un reconocimiento mutuo de la soberanía de los dos países para que podamos completar la representación diplomática en Siria», y confió en que «las relaciones entre Ucrania y Siria experimentarán un gran desarrollo».
Sibiga destacó también que Ucrania enviará a Siria 500 toneladas de harina de trigo en señal de apoyo al país árabe.
Por su parte, Al Shaibani aseguró que «entre nosotros y Ucrania se establecerán alianzas estratégicas a nivel político, económico y social, y también tenemos alianzas científicas que reanudaremos con Ucrania».
«El pueblo sirio y el pueblo ucraniano tienen la misma experiencia y el mismo sufrimiento que hemos vivido durante 14 años», cuando se desataron las revueltas populares en 2011 en Siria, violentamente reprimidas por Al Asad, «y hoy ciertamente damos la bienvenida a la delegación oficial ucraniana».
Se trata de la primera visita de un responsable ucraniano a Siria desde que una coalición insurgente liderada por el islamista Organismo de Liberación del Levante (HTS, en árabe), que capitanea Al Sharaa, derrocara el régimen de Al Assad en una ofensiva relámpago de unas dos semanas, pese a la ayuda militar rusa al ya disuelto Ejército árabe sirio.
La aviación rusa bombardeó posiciones de la antigua oposición siria en varias ocasiones antes y durante esa ofensiva desde las bases militares que Rusia mantiene en la costa mediterránea siria, y cuyo futuro aún está por determinar con la nueva administración de Damasco.
«Hoy comenzamos una nueva historia que representa nuevas relaciones, conecta la Siria del pasado con la Siria del presente y cierra una vieja página de distanciamiento que existía durante los días del régimen anterior», concluyó Al Shaibani. EFE