En América Latina y el Caribe, los efectos negativos de la pandemia del COVID-19 en términos de productividad, empleo y capital humano podrían “tomar muchos años en revertirse”, advirtió el jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El crecimiento para la mayor parte de la región no está volviendo a la trayectoria que habíamos previsto antes de la pandemia”, dijo el director interino del departamento de las Américas del FMI, Nigel Chalk, al revelar las perspectivas económicas para la región.
El FMI subió su previsión de crecimiento para 2021 para los países latinoamericanos y caribeños, a 6,3%, 0,5 puntos porcentuales más que lo estimado en julio. Pero para 2022 revisó a la baja su proyección, a 3% (-0,2 puntos).
Aunque el repunte ha sido sostenido este año, no ha sido suficiente para borrar la histórica recesión de 2020 en la región, que supuso una contracción del PIB de 7%, muy por encima del -3,1% a nivel mundial.
“Los países deben prepararse para que esta recuperación no sea un camino lineal. En cambio, deben anticipar un camino largo y sinuoso”, señaló Chalk.
El panorama actual muestra un desigual repunte del empleo, con mayor impacto en los jóvenes, los menos educados y las mujeres, incertidumbres sobre la productividad, y un “daño importante” al capital humano por el cierre prolongado de las escuelas, según el informe.
También persisten “desafíos” en el sector del turismo, especialmente en el Caribe, donde “es probable que la cantidad de visitantes este año solo alcance alrededor del 60% de los niveles anteriores al COVID-19″.