El papa Francisco afirmó hoy que «la criminalización de los homosexuales es una injusticia» y «un pecado» y «no hay que dejarlo pasar».
Durante el vuelo de regreso de su visita a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, el papa ofreció la habitual rueda de prensa que hace a la vuelta de sus viajes internacionales, en la que fue preguntado por la persecución que sufren los homosexuales en algunos países africanos.
Recordó que ya había afirmado que «si una persona es de tendencia homosexual y creyente y busca a Dios. ¿quién soy yo para juzgarlo?»
«He dicho que la criminalización de la homosexualidad es un problema que no hay que dejar pasar. Creo que el cálculo es de cerca de 50 países que de un modo u otro los criminalizan, algunos dicen que son incluso mas, y algunos de estos, unos 10, tienen incluso la pena de muerte para los homosexuales. Esto no es justo», subrayó el papa.
Francisco reiteró que como dijo en una reciente entrevista a la agencia AP «las personas de tendencias homosexuales son hijos de Dios. Dios les quiere, Dios los acompaña y condenar a una persona así es un pecado».
«Criminalizar a las personas de tendencia homosexual es una injusticia. No estoy hablando de grupos, esto otra cosa, las lobbies son otra cosa. Yo hablo de personas y en el catecismo de la Iglesia ya se dice que nadie debe ser marginado», agregó.
En la entrevista a AP, el papa había afirmado que «ser gay no es un delito» y había condenado a quienes criminalizan a estas personas por su orientación sexual.
A la rueda de prensa a bordo del avión con los periodistas que le acompañan en esta ocasión también participaron el líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia presbiteriana de Escocia, Iain Greenshields, que se unieron en la etapa de Yuba.
EFE