La lava comenzó a fluir este viernes desde una nueva grieta en el volcán Cumbre Vieja, en la isla española de La Palma, abriendo un camino diferente al de flujos anteriores, y una lluvia de ceniza fina obligó a los isleños a ponerse mascarillas y gafas.
Por Infobae
Un río de lava al rojo vivo serpenteaba cuesta abajo desde la nueva fisura, que se abrió a última hora del jueves a unos 400 metros al norte del lugar de la erupción principal.
Desde que el volcán comenzó a entrar en erupción el 19 de septiembre se han abierto múltiples bocas, pero el Instituto Volcanológico de Canarias describió la última apertura como un nuevo “foco de emisión y nueva colada de lava”. El magma ganó 19 hectáreas al mar y destrozó más de 1.000 edificios. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volverá a viajar a isla el próximo domingo.
Eduardo Suárez, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional de España en Tenerife, dijo que era demasiado pronto para saber si el nuevo flujo pondría en peligro más hogares.