El primer encierro taurino de San Fermín, una de las fiestas más famosas internacionalmente y más concurridas de España, se celebró este domingo en Pamplona con mucho público, duró cuatro minutos, con seis heridos, uno por asta de toro.
Un corredor resultó herido sin gravedad por asta de toro en el paladar durante el primer encierro de los Sanfermines de este año, en el que los astados de la ganadería La Palmosilla dejaron otros cinco corredores trasladados al hospital por distintas contusiones.
Según informaron los servicios de sanidad, el corredor corneado, un español de 37 años, sufrió una caída en el tramo de Estafeta que le provocó un traumatismo facial con herida por cuerno en el paladar que no reviste gravedad y fue atendido en un hospital de la ciudad.
Al que fueron trasladados otros cinco corredores, cuatro españoles y un estadounidense, con distintas contusiones, todos con pronóstico reservado.
La carrera fue en principio rápida, pero cuando se llegó a la plaza dos de los toros permanecieron más de un minuto sin entrar a chiqueros, en un coso abarrotado de corredores.
La gran aglomeración de corredores, propiciada por el esperado primer día de las fiestas y por la coincidencia en fin de semana, marcó la carrera de los toros.
El tradicional cántico ante la hornacina de San Fermín precedió al lanzamiento del cohete que, puntual a las 08:00 horas (06.00 GMT), abrió el portón de los corrales de Santo Domingo, de donde los cabestros salieron marcando el camino a una agrupada torada hasta el encuentro con los mozos.
El primer tramo de la carrera propició cierto estiramiento del grupo, aunque continuaba compacto pese a varias caídas de participantes en los laterales de esta subida.
En la Plaza Consistorial, tras saltar con limpieza a un mozo caído, los toros atravesaron veloces para enfilar Mercaderes, con un pequeño montón a la izquierda que no les causó problemas.
Con la carrera escorada por la parte izquierda de la calle, llegaron a la calle Estafeta raudos, encabezados por dos cabestros y seguidos por el resto de la torada con los mansos, aunque la velocidad y la gran afluencia de mozos hicieron que se fuera estirando hasta quedar divididos en varios grupos.
En Telefónica se vivieron momentos de tensión, al chocar el grupo que iba en cabeza contra el vallado, donde se encontraba apostado un grupo de corredores, lo que propició además la separación de la manada.
Un toro entró el primero en el coso, seguido a pocos metros por el resto, que iban entrando poco a poco y enfilando sin problemas a chiqueros, excepto los dos últimos.
Estos fueron los protagonistas del encierro, porque si la manada ya estaba pasados los 2 minutos en la plaza, ambos rezagados permanecieron hasta casi dos más dando vueltas al coso, pegados al burladero, barriéndolo, pero sin hacer por la multitud de corredores, en una imagen inédita en Pamplona.