El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que los países de Latinoamérica deberían poner en marcha políticas fiscales más estrictas, subiendo por ejemplo los impuestos a los ricos, para contener la alta inflación y quitarles así algo de peso a los bancos centrales en su política monetaria.
«Una postura fiscal más contractiva ayudaría a frenar la demanda interna, lo que permitiría que las tasas de interés se redujeran antes», dijo este jueves la institución en una nota regional publicada con motivo de las reuniones de primavera del Fondo junto al Banco Mundial.
El consejo está en línea con el mensaje del FMI durante las reuniones, en las que ha pedido un endurecimiento de la política fiscal como forma de complementar la política monetaria, en un momento en que el crecimiento se está viendo lastrado por los tipos altos y la incertidumbre global.
Para el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Nigel Chalk, la persistencia de la inflación probablemente significa que «los tipos tendrán que mantenerse elevados durante más tiempo del que pensamos inicialmente».
Sin embargo, gracias a que muchos bancos centrales, como los de México y Brasil, actuaron con mucha rapidez contra el alza de precios, las expectativas inflacionarias se han mantenido bien ancladas, «algo inusual en ciclos previos», dijo el experto en una entrevista con EFE.
Según Chalk, esto ha ayudado también a que los tipos de cambio en la región se mantengan fuertes, en un contexto de apreciación del dólar por la política de tipos altos de la Reserva Federal estadounidense (Fed), algo que también ha contribuido a contener el aumento de la inflación.
No obstante, si el alza de los precios de consumo se enquista, como parece estar sucediendo, la ralentización de la economía provocada por una política monetaria restrictiva podría acabar provocando debilidades en el sector financiero y afectar al consumo de las familias.
El FMI espera que los tipos de interés se mantengan elevados en Latinoamérica durante gran parte de este año y, en algunos países, incluso en 2024, mientras que la inflación podría no reducirse hasta el objetivo de las autoridades hasta comienzos de 2025.
Para evitar el impacto desproporcionado de la inflación en las personas más desfavorecidas, el FMI propone que se aumente la contribución de los más ricos.
«Implementar políticas fiscales que obligan a los ricos a pagar su parte proporcional debería ser parte de la solución», asegura el organismo en su nota regional.
De esta manera, argumenta el Fondo, se puede implementar una política fiscal contractiva sin reducir el gasto social para combatir la desigualdad, un problema persistente en la mayoría de países de la región.
EFE