El Gobierno de Argentina dispuso este lunes intervenir la distribuidora de electricidad Edesur, controlada por el grupo italiano Enel, por los prolongados cortes de suministro que afectaron durante las últimas dos semanas a miles de usuarios de Buenos Aires y su periferia.
«Hemos instruido al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) para que proceda a la intervención por 180 días de la empresa Edesur», anunció en una comparecencia ante la prensa, el ministro de Economía argentino, Sergio Massa.
El ministro indicó que esta intervención tendrá como objetivo la fiscalización del cumplimiento de las obras y del cumplimiento de la mejora en el servicio que debe tener la empresa, que tiene la concesión desde 1992 para distribuir electricidad en parte de Buenos Aires y su periferia, donde presta servicio a 2,5 millones de usuarios.
En los últimos quince días, Edesur ha estado en el ojo de la tormenta por prolongados cortes de suministro que afectaron a miles de usuarios en medio de una intensa ola de calor, situaciones que, según aseveró el ministro, «no se pueden tolerar más».
Massa señaló que la decisión de Enel anunciada en noviembre pasado de poner en venta Edesur «genera incertidumbre respecto de la prestación del servicio».
«Queremos dejar claro que no se afecta la nueva propiedad de los accionistas, no se afecta el contrato de concesión, pero el Estado va a llevar adelante, a través de la intervención, la fiscalización efectiva del cumplimiento del contrato», aseveró Massa.
La semana pasada, el Gobierno denunció penalmente a Edesur y sus directivos por los presuntos delitos de «defraudación por desbaratamiento de los derechos acordados, abandono de personas y entorpecimiento de los servicios públicos».
Massa dijo que la Secretaría de Energía de Argentina comunicará los mercados bursátiles de los presuntos incumplimientos de la empresa. EFE