El Ministerio de Educación de Ecuador extendió este miércoles las clases virtuales en los establecimientos educativos del país hasta el próximo viernes, mientras que el teletrabajo se mantiene para todo el personal de las instituciones educativas.
El Ministerio dispuso la modalidad virtual desde el pasado miércoles, un día después de una jornada violenta, atribuida a grupos de delincuencia organizada, que provocaron motines en cárceles con rehenes ya liberados, incendio de vehículos y el estallido de artefactos explosivos.
El momento más violento se vivió el martes pasado con el asalto de un grupo de al menos trece hombres armados a un canal de televisión, en momentos en que realizaba una transmisión en vivo, hecho que terminó con la detención de trece personas.
En medio de esas circunstancias, la disposición inicial del Ministerio de Educación fue que las clases se mantuvieran en modalidad virtual hasta este miércoles, pero fue extendida pese a que el país vive una relativa normalidad y con la seguridad a cargo de los militares.
Esto, después de que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, apuntó en un decreto la existencia de un «conflicto armado interno» en el país contra las bandas del crimen organizado, a las que catalogó como grupos «terroristas», y ordenó a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares «bajo el derecho internacional humanitario y respetando los derechos humanos».
Esta semana las fuerzas del orden continúan con los operativos de seguridad en los que han detenido a varias personas y han incautado diversos tipos de armas.
En la mañana de este miércoles, por ejemplo, la Policía halló más de cien armas en una vivienda que allanó en una zona residencial de Quito.
Por su parte, las Fuerzas Armadas informaron de un confuso incidente en la noche del martes en un destacamento militar en la provincia amazónica de Sucumbíos, fronteriza con Colombia.
En un comunicado informaron que una camioneta que circulaba cerca del Grupo de Fuerzas Especiales Número 53 Rayo, acantonada en la ciudad de Lago Agrio, se detuvo «de forma sospechosa en uno de las ingresos de la unidad, ante lo cual se realizaron los procedimientos de seguridad establecidos para las instalaciones militares reconocidas como área reservada de seguridad».
El personal de la unidad que se encontraba de guardia en el sector realizó «disparos de advertencia para disuadir el intento de incursión a la unidad y activó el plan de defensa del campamento lo que desencadenó una serie de disparos ante la amenaza inminente», señaló en el escrito.
Los militares aprehendieron a una mujer «que deambulaba por el sector», que fue liberada poco después tras constatar que era trabajadora en una empresa aledaña a la unidad militar.
EFE