Israel ha acortado el plazo que debe pasar entre la segunda y la tercera dosis de la vacuna de cinco a tres meses, con el objetivo de mejorar la inmunización de su población en plena quinta ola de la pandemia y ante la propagación de la ómicron.
El Ministerio de Salud indicó hoy que, ante esa situación, “existe una creciente necesidad de impulsar la protección de la población contra el coronavirus lo más rápido posible”, en un comunicado con el anuncio.
Israel fue uno de los primeros países del mundo en aplicar en verano la dosis de refuerzo de Pfizer, una campaña que logró contener con éxito la cuarta ola de la pandemia.
Desde entonces, para recibir esa inyección extra debían haber pasado al menos cinco meses desde la segunda dosis, según las recomendaciones del comité de expertos que asesora al gobierno israelí, aunque ahora ese plazo se recortó a tres meses.
De momento, 5,8 millones de israelíes han recibido la pauta completa de Pfizer y 4,2 millones ya cuentan con la dosis de refuerzo. El país inició hoy el primer ensayo clínico del mundo con la cuarta dosis mientras estudia implantarla a mayores de 60 años e inmunodeficientes.
El hospital Sheba de Tel Aviv administró hoy la cuarta dosis a un grupo de prueba de 150 sanitarios del centro médico, que tenían un bajo nivel de anticuerpos meses después de haber recibido la tercera dosis.
“Hasta donde yo sé, soy la primera persona sana en el mundo en recibir la vacuna. Me siento muy bien”, indicó el director de la unidad de trasplantes de corazón del hospital, Jacob Lavee, el primero en participar en el ensayo.
El Ministerio de Salud reportó hoy más de 2.000 nuevos casos de covid-19 en lo que va de día, la cifra más alta registrada en el país desde mediados de octubre, y se cree que podrían llegar a los 3.000 antes de que finalice el día.
Estas cifras elevan el ratio de infección al 2,6 % y se estima que alrededor del 50 % de los nuevos contagios en el país corresponden a la variante ómicron, mucho más contagiosa aunque menos letal.
De hecho, las hospitalizaciones por covid-19 son 134 pacientes entre los más de 14.000 casos activos que hay en el país y los casos graves han caído a 84 enfermos, de los que el 87 % están sin vacunar.
Los no vacunados representan más del 95 % de los casos graves entre mayores de 60 años.