El Ejército israelí atacó este lunes puestos de la milicia chií Hezbollah en el Líbano, mientras siguen las hostilidades en la frontera libanesa-israelí, y el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aseguró que Israel continuará bombardeando hasta que restaure la seguridad de su población.
«Hoy temprano, aviones de combate israelíes atacaron un puesto militar en Maroun Al Ras», localidad en el sur del Líbano. Según aseguró, «varios terroristas de Hezbollah estaban en su interior» y tras el ataque, «se identificaron numerosas explosiones secundarias, lo que indica la presencia de armas dentro de la estructura», dijo un portavoz militar israelí en un comunicado.
A su vez, las fuerzas israelíes informaron de que atacaron otros tres puestos de observación de la misma milicia y un recinto militar en otros puntos del sur de Líbano, en las zonas de Marwahim, Taybeh, Chihine, Tayr Harfa, Kfarkela y Blida.
«La actividad de Hizbulá en el sur del río Litani en el Líbano, incluido el uso y almacenamiento de armas, es una clara violación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU», aseguró el Ejército israelí, que remarcó que «seguirá defendiendo las fronteras de Israel de cualquier amenaza».
מטוסי קרב של חיל האוויר תקפו במרחב מארון א-ראס מוקדם יותר היום מבנה צבאי בו שהו מחבלים מארגון הטרור חיזבאללה. לאחר תקיפת המבנה ניתן לראות פיצוצי משנה רבים המעידים על המצאות אמצעי לחימה במקום>> pic.twitter.com/6McjVeJbPJ
— צבא ההגנה לישראל (@idfonline) January 22, 2024
El fuego cruzado entre Israel y Hezbollah y otros grupos palestinos en el sur de Líbano es casi diario, prácticamente desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza el 7 de octubre, lo que llevó a una escalada de tensión en la región que ha derivado también en el mayor aumento de hostilidades en la frontera entre Líbano e Israel desde la guerra de 2006 que ya enfrentó al Estado israelí con Hizbulá.
El grupo chií ataca actualmente territorio israelí en respaldo a Hamás y a la causa palestina, aunque la escalada de tensión se ha mantenido de forma relativamente moderada y no ha derivado en una guerra abierta, aunque Israel advierte que está dispuesto a intensificar los ataques si la milicia libanesa no se aleja del área fronteriza.
«Una guerra en el norte será un desafío para Israel, pero devastadora para Hezbollah y Líbano. Israel no cesará el fuego hasta que pueda garantizar el regreso seguro» de las decenas de miles de residentes israelíes en localidades fronterizas que tuvieron que ser evacuados, alertó hoy el ministro de Defensa israelí en una reunión con su homólogo de Francia, Sébastien Lecornu, de visita en Israel.
Gallant remarcó que las autoridades israelíes prefieren destensar el conflicto con Hezbollah «por la vía diplomática», aunque mantienen «la preparación militar» ante la situación.
«Incluso si Hezbollah cesa el fuego unilateralmente, Israel no lo hará hasta que pueda garantizar el regreso seguro de las comunidades del norte a sus hogares», advirtió Gallant.
Los muertos en el área fronteriza libanesa-israelí desde que empezó el conflicto son al menos 226, entre ellos 18 israelíes -12 soldados y seis civiles- y unas 208 personas en Líbano, entre ellos 20 miembros de milicias palestinas, un soldado, 23 civiles -incluido un periodista y tres niños-, además de los miembros de Hezbollah. EFE