El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aseguró este viernes que los ataques en esta «nueva fase» de la guerra contra la milicia chií libanesa Hizbulá continuarán hasta que los israelíes desplazados de las comunidades fronterizas en el norte del país puedan volver a sus hogares.
«La serie de operaciones en la nueva fase de la guerra continuará hasta que logremos nuestro objetivo: garantizar el regreso seguro de las comunidades del norte de Israel a sus hogares”, dijo Gallant en un comunicado, horas después del bombardeo israelí en Beirut contra altos cargos de Hizbulá.
«Seguiremos persiguiendo a nuestros enemigos para defender a nuestros ciudadanos, incluso en (los suburbios de) Dahyeh, en Beirut», advirtió Gallant, en referencia al ataque de hoy que calificó de «preciso».
Al menos 12 personas murieron y más de 60 resultaron heridas en el bombardeo israelí contra un edificio en los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hizbulá, según cifras del Ministerio de Salud Pública del Líbano.
El Ejército israelí confirmó, por su parte, la muerte del jefe de Operaciones militares de Hizbulá, Ibrahim Aqil, y alrededor de una decena de alto cargos de sus fuerzas de élite Radwan.
Aqil y otros dirigentes de la Fuerza Radwan estaban reunidos «bajo tierra» en el edificio residencial bombardeado a fin de «coordinar actividades terroristas contra civiles israelíes”, según una declaración grabada del portavoz militar israelí, contralmirante Daniel Hagari.
Hagari dijo que al menos otros diez comandantes de la cadena de mando del cuerpo de élite de Hizbulá, murieron también en el ataque aéreo.