El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, reclamó este jueves acceso sin limitaciones de observadores independientes a los centros de detención del depuesto régimen de Bashar Al Assad, como el de Sednaya, con el fin de documentar y preservar pruebas de violaciones de derechos humanos.
«Pedimos a todas las partes que cooperen con los órganos especializados de Naciones Unidas», entre ellos la Comisión de Investigación de Siria y el Mecanismo Internacional, Imparcial e Independiente, indicó Pedersen en un comunicado.
El enviado especial agregó que un número incontable de hombres, mujeres y niños continúan detenidos de forma arbitraria en centros de detención a cargo de distintas autoridades sirias y deben ser inmediatamente liberados.
«La evidencia de las atrocidades cometidas debe ser conservada y documentada para asegurar la rendición de cuentas bajo la ley humanitaria internacional. La justicia para las víctimas es un derecho, pero también es vital para la recuperación del país y para evitar futuras violaciones», resumió.
En otro comunicado, la enviada especial adjunta para Siria, Najat Rochdi, subrayó tras mantener contactos con mujeres dentro y fuera de ese país que éstas deben tener un papel importante en la transición que afronta ahora Siria.
Las mujeres sirias «quieren una sociedad plural en la que los distintos grupos interactúen de forma armoniosa y se comprometan a protegerse mutuamente. Quieren estado de derecho, instituciones que operen en línea con el derecho internacional, y libertad de pensamiento, expresión y acción», señaló. EFE