Los reyes de los belgas, Felipe y Matilde, recibieron este jueves en el aeropuerto militar de Melsbroek, a las afueras de Bruselas, bajo la lluvia y con fuerte viento, al papa Francisco, quien emprendió hoy el 46 viaje de su pontificado a Luxemburgo y Bélgica.
Después de su visita durante el día a Luxemburgo, el papa llegó a última hora de la tarde al aeropuerto militar de Melsbroek, donde fue recibido al pie del avión papal por los monarcas, el primer ministro belga en funciones, Alexander De Croo, los obispos belgas, los rectores de las dos universidades de Lovaina, entre otros dirigentes civiles y eclesiásticos, además de un niño y una niña que le hicieron entrega de sendos ramos de flores.
Debido a las condiciones meteorológicas adversas, el papa Francisco se vio obligado a permanecer dentro de su avión durante varios minutos mientras esperaba que pasara la tormenta, lo que interrumpió la organización de la ceremonia de bienvenida.
No obstante, el sumo pontífice abandonó el avión, con una sonrisa en los labios, y fue recibido con el himno del Vaticano interpretado por una banda militar, que también hizo sonar los acordes del himno belga, tras lo cual un coro infantil cantó varios temas.
Los niños vestían camisetas amarillas con el lema «Forward with hope» (Adelante con esperanza).
Finalmente, el sumo pontífice abandonó el aeropuerto en un automóvil que le llevará hasta la Nunciatura Apostólica de Woluwe-Saint-Pierre, donde se alojará.
Este viernes, Francisco se reunirá oficialmente con los reyes Felipe y Matilde en el Castillo de Laeken, aunque el principal motivo de la visita es participar en el inicio de las conmemoraciones por el 600 aniversario de la Universidad Católica de Lovaina, fundada en 1425.
En la tarde del viernes, el papa se reunirá con los profesores universitarios en la sede de la ‘Katholieke Universiteit Leuven’, de lengua flamenca-neerlandesa, ubicada en Lovaina, mientras que en la “Université Catholique de Louvain”, de lengua francesa, que ha trasladado su sede a Louvain-la-Neuve, encontrará al día siguiente a los estudiantes.
En la universidad mantendrá también un encuentro con un grupo de refugiados llegados a Bélgica para después realizar un recorrido en papamóvil por la Gran Plaza de Bruselas, donde se espera que se congreguen 20.000 personas.
Al día siguiente acudirá al encuentro con obispos y religiosos en la basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg.
El viaje finalizará el domingo 29 de septiembre con la misa en el estadio “Rey Balduino”, donde se esperan 35.000 fieles y en la que beatificará a la española Ana de Jesús, monja de la Orden de las Carmelitas Descalzas, quien fue discípula de Santa Teresa de Jesús y la encargada de recopilar todas sus obras.
Francisco tiene previsto reunirse con un pequeño grupo de víctimas de abusos sexuales por parte de la Iglesia belga.
El drama de los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia y la falta de una respuesta resurgió con fuerza en el país después de que el año pasado la televisión flamenca VRT difundiese el documental «Godvergeten», los «Olvidados de Dios», con los dolorosos testimonios de supervivientes de abusos.