La campaña para la segunda vuelta en Brasil arrancó a toda máquina, en una de las contiendas más polarizadas de la historia del país sudamericano.
Entendiendo la fuerza que tiene el voto de las comunidades religiosas en Brasil, y en particular de los cristianos evangélicos, el expresidente Lula da Silva ha lanzado una campaña que busca convencerlos de su vínculo con la religión
«Lula cree en Dios y es cristiano», comienza diciendo un post publicado en su perfil de Instagram, con el que pide «compartir la verdad».
Pero Lula va más allá y tiene que aclarar algo insólito para intentar conquistar el voto evangélico: «Lula no tiene pacto, nunca hablado con el diablo«, dice el mensaje.