El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió este viernes en que hay que evitar que Rusia gane la guerra en Ucrania porque, más allá de las consecuencias para los ucranianos, eso significaría «el fin de la seguridad europea».
«No se puede dejar que Rusia piense que puede ganar», subrayó Macron en un discurso de felicitación del año nuevo a las Fuerzas Armadas en la base naval de Cherburgo, noroeste de Francia.
Aun puntualizando que Francia no está en guerra con Rusia, reiteró la idea de que «una victoria rusa sería el fin de la seguridad europea» y, por eso, afirmó que hay que seguir «ayudando a los ucranianos» de forma «pragmática y concreta».
Citó tres áreas que considera prioritarias: la artillería, la defensa antiaérea y el despliegue masivo de drones.
Macron anunció el martes pasado que en febrero hará una nueva visita a Ucrania, así como la entrega de 40 misiles Scalp de largo alcance.
Su ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, a continuación indicó que en las próximas semanas Ucrania va a recibir seis nuevos cañones Caesar de fabricación francesa, comprados por Kiev, que se añadirán a los 49 que tiene ya, 30 de los cuales fueron entregados por Francia y 19 por Dinamarca.
Además, la compañía Nexter está acelerando la cadencia para que de su fábrica puedan salir para Ucrania otros 72 cañones Caesar -que disparan obuses de 155 milímetros a 40 kilómetros- de aquí a comienzos de 2025.
Macron también se refirió al repliegue de buena parte de las tropas francesas del Sahel el pasado año, y lo justificó para adaptarse a la nueva situación política, en particular por los golpes de Estado de Mali y Níger, donde se han impuesto regímenes militares hostiles a la antigua potencia colonial.
El presidente francés defendió la presencia militar francesa en esa zona de África: «Podemos estar orgullosos del trabajo hecho por el Ejército francés durante diez años» ya que, «sin Francia, no podríamos hablar de Mali, de Níger o de Burkina Faso», que estaban amenazados por «califatos islámicos».
Aseguró que en ese tiempo se ha «luchado de forma ardiente contra el terrorismo», pero también que las cosas han cambiado allí y que, a partir de ahora, los dispositivos militares en la región serán «ligeros, reversibles», aunque «sin excluir operaciones» cuando estén solicitadas y «de forma más puntual». «Francia no se desentiende (de África), se reorganiza», resumió.
Macron se refirió también a las labores que van a desarrollar las Fuerzas Armadas en Francia este año de Juegos Olímpicos y de celebraciones del 80 aniversario de los desembarcos de Normandía y Provenza, que permitieron la liberación de los nazis.
Aludió a la misión Sentinelle contra la amenaza terrorista que «sigue presente» y cifró en más de 15.000 militares los que estarán movilizados para las operaciones de seguridad interior.
Por otro lado, se felicitó una vez más por la ley de programación militar adoptada el pasado año, que va a permitir duplicar el presupuesto militar en un plazo de 10 años.
Para 2024, precisó que el Ejército recibirá material por valor de 9.000 millones de euros, incluidos 13 cazas Rafale y un submarino de ataque, y hará encargos por 14.000 millones. EFE