El Ejército israelí aseguró este domingo que durante la última semana han entrado en la Franja de Gaza 1.858 camiones con ayuda humanitaria, aunque no ofreció datos sobre qué parte de este material fue distribuido en el enclave, donde la gran mayoría de la población sufre hambre y vive desplazada.
Según el Ejército de Israel, los cruces de camiones se produjeron a través del paso de Kerem Shalom, en el sur de Gaza, y el de Erez oeste, en el norte.
Sin embargo, el documento público en el que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) recoge las entradas diarias de camiones con ayuda a Gaza muestra que desde el 26 de mayo no ha entrado ayuda por Kerem Shalom.
El organismo utiliza un método distinto al de Israel para contabilizar la entrada de ayuda, ya que solo recoge la cantidad de camiones que el grupo logra llenar con suministros en la frontera y después distribuye en el enclave.
Las autoridades israelíes, por su parte, cuentan como entradas de ayuda humanitaria todos los camiones que inspeccionan en la frontera, muchos de los cuales pueden acabar semivacíos tras su paso por los controles.
Numerosos organismos humanitarios han alertado en las últimas semanas de la falta de suministros, especialmente en el sur, donde el cruce de Rafah lleva cerrado casi un mes, desde que comenzó la operación militar israelí en la localidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) avisó ayer de que ya no quedan hospitales en funcionamiento en la localidad, de donde más de un millón de palestinos -muchos de ellos previamente desplazados por la guerra- se han visto obligados a huir ante la expansión de los ataques israelíes.
Según Israel, entre la ayuda que entró a Gaza durante la pasada semana hay más de 500.000 litros de combustible y diésel, además de suministros para operar las panaderías que gestiona el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.
Sin embargo, el director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo ayer que el grupo solo ha logrado recoger 450 camiones en las últimas tres semanas para distribuir en el enclave, que se ha visto obligado a suspender sus servicios médicos en Rafah, y que toda Gaza sufre una escasez de combustible.
«Nuestros equipos están listos para recogerlo (el combustible) cuando las autoridades israelíes den la luz verde», dijo. EFE