Más de 125 personas han perdido la vida durante la sangrienta represión de las manifestaciones en contra del golpe de Estado militar perpetrado el 1 de febrero en Birmania, que el domingo registró al menos 38 muertos conforme a los datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).
La mayoría de los decesos de la víspera se produjeron en Rangún, donde las fuerzas de seguridad dispararon munición real contra las personas que protestaban en al menos nueve barrios de la ciudad, la más poblada del país y su antigua capital.
En el distrito de Hlaing Than Yar, del noroeste de Rangún, 22 civiles murieron y 20 resultaron heridos, 3 de ellos en condición crítica, a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados, denunció la AAPP.
La junta militar que tomó el poder de Birmania el primer día del pasado mes de febrero anunció anoche en el canal público MRTV la imposición de la ley marcial en el popular barrio de Hlaing Than Yar, donde el domingo, según el portal Myanmar Labour News, varias factorías fueron consumidas por las llamas.
La Embajada de China en Birmania señaló en Facebook que parte de las fábricas destruidas por los incendios son propiedad de empresarios chinos y reclamó a las autoridades detener a sus autores y “garantizar la seguridad de las empresas y el personal chino”.
En otras ciudades del país, como Bago, Mandalay y Hpakant, también se registraron la víspera víctimas mortales a causa de los disparos efectuados por las fuerzas de seguridad.
La AAPP además contabiliza que desde el sublevamiento militar más de 2.150 personas han sido detenidas, entre ellas 319 ya liberadas.
EFE