La Fiscalía de la ciudad italiana de Padua impugnó el registro en el Ayuntamiento de los hijos de 33 parejas homosexuales, una decisión criticada por las asociaciones LGBT, que lo atribuyen a la política del nuevo Gobierno derechista.
La Fiscalía pidió formalmente que se modifique el registro de estas familias formadas por dos madres y se cancele el nombre de la progenitora no biológica en los datos de los hijos de ambas, según informan los medios locales.
Algunas familias ya han recibido la notificación para acudir al tribunal y aclarar su situación, como la de una pareja de madres que había registrado el nacimiento de una niña en agosto de 2017.
El alcalde de Padua, Sergio Giordani, como en otras ciudades del país, viene inscribiendo en el Registro Civil del consistorio a los hijos de parejas homosexuales aprovechando un vacío legal.
«Estoy tranquilo y convencido de las elecciones tomadas. Desde 2017 inscribo las actas de nacimiento de niñas y niños hijos de dos mamás. Es un acto de responsabilidad hacia los pequeños porque no acepto que sean discriminados», apuntó el regidor en los medios.
Y agregó: «Hay un vacío legal gravísimo que el Parlamento debería legislar. Hasta ahora no lo ha hecho aunque lo han pedido muchos colegas alcaldes de distintos partidos. Pido a las fuerzas políticas que pongan a un lado la batalla ideológica y piensen en los niños».
La asociación «Famiglie Arcobaleno» (Familias Arcoíris) denunció este hecho que «priva de un padre legal a los menores» y lo tachó de «hecho vergonzoso e indigno para un país cívico».
Y achacó esta impugnación a las políticas del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, que mantiene una cruzada contra temas como la gestación subrogada, entre otros.
«Hipocresía en estado puro de un Gobierno que desde que ha llegado actúa de forma sistemática para cancelar los derechos de nuestros hijos. Como Familias Arcoíris lucharemos junto a estos padres», avanzó la presidenta de la asociación, Alessia Crocini.
EFE